La cotización del crudo se ve afectada por las medidas para impulsar la economía de China, que otra vez hacen dudar de la fortaleza de la demanda. También por el menor temor de los inversores a que se amplíe la guerra en toda la región de Oriente Medio.
Tanto el barril de Brent como el WTI llegaron a subir más de un 3% este lunes, hasta niveles no vistos desde finales de agosto. Unas alzas que se suman al repunte del 8% de la semana pasada, cuando la materia prima logró la mayor ganancia semanal en más de un año.
Este martes, el barril de Brent cae a 77,55 dólares, mientras que el WTI se sitúa en 73,85 dólares.
En Julius Baer comentan que «el conflicto en Oriente Medio está en plena ebullición y genera temores de una escalada y de interrupciones del suministro de petróleo. El escenario más probable es otro shock suave, con precios del petróleo subiendo y bajando de nuevo antes de fin de año, como sucedió a principios de este año». Sus observaciones sobre el mercado petrolero son las siguientes: en primer lugar, la geopolítica tiende a ser un elemento temporal, ya que los precios del petróleo suben y vuelven a caer en cuestión de semanas y meses; en segundo lugar, la sensibilidad a la guerra en Gaza ha disminuido hasta ahora este año; y, en tercer lugar, los precios que se negocian en torno a los 80 dólares sugieren que el mercado anticipa una escalada.
«Parece que nos encontramos en medio de un repunte continuo del precio del petróleo. El ánimo del mercado había sido excepcionalmente bajista y la cobertura de posiciones cortas en el mercado de futuros ha impulsado el aumento de los precios en los últimos días».