«Se rescataron empresas estratégicas», ha defendido al hablar de las operaciones realizadas por SEPI en la pandemia «avaladas por la Comisión Europea». «Es un punto que hay que dejar claro en cuanto al buen hacer y la transparencia», ha insistido durante la entrevista, en la que también ha apoyado las investigaciones alrededor de posibles contratos públicos.
Asimismo, ha dejado la puerta abierta a dar explicaciones, si fuera necesario, en sede parlamentaria sobre su supuesta petición de renuncia a la consejera del Banco de España, Judith Arnal.
También ha repasado los hitos económicos que tiene por delante del Gobierno y ha reconocido que la Comisión le ha dado una prórroga para presentar el plan concreto de estabilidad para el año que viene dado que todavía no existen Presupuestos y, por tanto, no se pueden registrar políticas. El ministro ha quitado hierro a la ampliación -es algo habitual que se concede a los países miembros en casos excepcionales según ha defendido-. Ha reconocido las dificultades para sacar los Presupuestos para 2025, quitándole hierro a que se tenga que aprobar otra prórroga. El ejemplo es que este ejercicio se han prorrogado las cuentas públicas y las Administraciones Públicas siguen tomando decisiones de gasto e inversión.
En esta misma línea, también ha recordado que se está negociando con Bruselas una revisión de las medidas fiscales que se deben implementar para recibir el quinto pago de los fondos Next Generation, después de las actualizaciones del PIB que se han producido desde 2021.
Sobre las perspectivas económicas para España, se ha mostrado optimista y espera que consumo e inversión se recuperen en un contexto de reducción de los tipos de interés después del fuerte desapalancamiento que han llevado a cabo familias y empresas en los últimos años. Sí ha reconocido que la evolución del precio del petróleo, impulsada por la escalada del conflicto en Israel, plantea incertidumbres para la inflación.
En otro orden de cosas ha reconocido que a pesar de que han pasado los meses su opinión sobre la oferta de adquisición hostil de BBVA sobre Banco Sabadell continúa siendo la misma y que le preocupa el impacto para los clientes, las pymes o los territorios, entre otras cuestiones. Como esta misma semana defendió el presidente de la CNMV en el Congreso, el análisis y la decisión de la CNMC es crítico y el Gobierno lo está esperando y ha apuntado que el calendario de la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell «se puede extender varios meses más, hasta bien entrado el primer trimestre de 2025», si se pasa a fase 2 en el proceso de tramitación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
«Estos procesos están tasados, pero muchas veces se paran cuando hay una petición de información adicional», ha explicado en una entrevista de este viernes en TV3 recogida por Europa Press, donde ha aclarado que esto algo que le corresponde decidir a la propia CNMC. Por ello, ha afirmado que desde el Gobierno están esperando a conocer «cuál es la decisión y cuál es la valoración de la CNMC de esta operación», y preguntado por si ha cambiado su opinión, contraria a la operación, ha respondido que no ve ningún elemento nuevo y que, por tanto, su opinión es la misma de antes de verano. Ha señalado su «gran preocupación» por el impacto en competencia y el posible deterioro de la situación para los consumidores si la OPA sale adelante.
También ha señalado que el Gobierno ve posibles efectos contrarios en materias como la inclusión financiera, la cohesión territorial, la financiación de pymes o impactos en las plantillas de ambas entidades.