Así lo desvela el estudio Material Change Index sobre 1.500 productos de supermercados elaborado por Retail Economics para la empresa de packaging sostenible DS Smith y según el cual este uso de plástico supone que en el país se utilizan, “innecesariamente”, 16.600 millones de elementos de plástico cada año, según precisó este miércoles la compañía en un comunicado.
La mayor parte de este plástico proviene del envasado de carne y pescado (84%), productos lácteos (83%) y alimentos procesados, incluidas las comidas preparadas (78%).
Una encuesta entre productores y distribuidores de alimentos en Europa, realizada en el marco del estudio, revela que un 98% del sector se ha comprometido a reducir el uso de envases plásticos, si bien tres de cada cinco tienen dos años o menos para cumplir sus objetivos y una cuarta parte reconoce que no está “en camino” de lograrlos. Entre los “obstáculos a superar”, destacan el coste de las materias primas (40%) y el miedo a que los consumidores no acepten los cambios (39%). En este sentido, un 72% de productores y distribuidores de alimentos creen que los compradores no estarían dispuestos a pagar más por envases sostenibles y un 65% piensa que los consumidores no querrían “sacrificar” la comodidad por la sostenibilidad.
Según el estudio, que ha analizado los materiales de packaging en 25 de los supermercados más populares de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España y Polonia, España es el segundo país “más dependiente” del plástico en Europa, con más de dos tercios (67%) de los alimentos envasados en plástico. Reino Unido encabeza la lista con un 70%, seguido de España (67%), Italia (66%), Alemania (66%), Polonia (62%) y Francia (59%). Con todo, España tiene una proporción “significativa” de productos sin envasar (11%) en comparación con otros países, gracias a la mayor presencia de panaderías y mostradores de alimentos frescos en los supermercados, según el informe.
Sin embargo, las empresas españolas “sienten menos presión” por parte de los consumidores para cambiar sus envases por alternativas más sostenibles, ya que solo un 40% prevé que la demanda de alternativas sin plástico aumente en los próximos años, por debajo de la media europea del 81%.
A la luz de estos resultados, el director ejecutivo de DS Smith Packaging Iberia, Ignacio Montfort, apuntó que las empresas de alimentación están “comprometidas” con la sustitución de los envases de plástico, aunque se mostró convencido de que, “mientras los objetivos sigan siendo voluntarios, no podrá cambiar la situación”.
“Necesitamos normas globales unificadas que permitan acelerar el proceso. La UE y Estados Unidos deben liderar este esfuerzo con el Tratado Global sobre Plásticos”, defendió, consciente de que “no todo el plástico puede o debe ser reemplazado y no todo puede suceder de inmediato”, pero convencido de que “hay demasiado plástico que nunca será reciclado, por lo que eliminarlo de nuestras cadenas de suministro es clave para reducir los residuos”.