Tal y somo se ha sabido a afiliación media, en términos desestacionalizados, aumenta en 77.947 trabajadores en las dos quincenas que van entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, siendo el mayor aumento desde marzo. En las mismas quincenas del año pasado, el crecimiento de los afiliados fue de 60.464 trabajadores. La tasa interanual se acelera 1 décima, hasta el 2,4%.
La sorpresa a la baja de la inflación en España en septiembre fue generalizada. El INE confirma que en septiembre la inflación general se situó en el 1,5% interanual (0,8 p. p. menos que en agosto) y la inflación subyacente en el 2,4% (0,3 p. p. menos que en agosto). El desglose confirma que el descenso de la inflación fue generalizado en los principales componentes, entre los cuales destacan carburantes y alimentos. La inflación del componente energético se situó en el –6,5% interanual, arrastrada a la baja por un precio del barril de Brent en mínimos en septiembre y por unos efectos base favorables. La inflación de los alimentos confirma la trayectoria a la baja al caer con fuerza por tercer mes consecutivo, hasta el 2,1% interanual. El buen dato también se extiende a la inflación núcleo (compuesta por los precios de servicios y bienes industriales), que cayó 2 décimas, hasta el 2,4% interanual, por el descenso de la inflación de los servicios, concentrado en los relacionados con el turismo (véase la Nota Breve).
Por otra parte, el Gobierno español ha entregado el Plan fiscal y estructural a la Comisión Europea. Se trata de un Plan a siete años (2025-2031) para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas. Se fija como objetivo una bajada del déficit público desde el 3,0% del PIB en 2024 hasta el 0,8% en 2031 y del saldo primario del –0,4% del PIB en 2024 al +2,0% en 2031. Con este ajuste fiscal, la deuda pública española en porcentaje del PIB descendería desde el 102,5% en 2024 hasta el 90,6% en 2031 y al 76,8% en 2041. El Plan presenta el crecimiento del gasto primario neto de nuevas medidas de ingresos en 2025-2031, consistente con este ajuste fiscal; en promedio sería del 3% entre 2025 y 2031, yendo de más (+3,7% en 2025) a menos (+2,4% en 2031). Y basa sus estimaciones en un crecimiento del PIB potencial promedio del 1,6% en 2025-2031 (del 1,1% en 2031).
Fuera de España, el crecimiento registrado este trimestre está en línea con la previsión del consenso de analistas y es ligeramente inferior a lo registrado en el trimestre anterior (4,7% interanual). En términos intertrimestrales, el PIB creció un 0,9% en el 3T, frente a un avance del 0,5% en el trimestre anterior (revisado a la baja). En positivo, los indicadores de actividad desvelan un final de trimestre mejor de lo esperado. En septiembre, la producción industrial se expandió un 5,4% interanual (vs. 5,1% en julio y 4,5% en agosto). Por otro lado, las ventas minoristas crecieron un 3,2% interanual (vs. 2,7% en julio y 2,1% en agosto), una aceleración alentadora con respecto a los meses anteriores, posiblemente explicada por el efecto de los incentivos al consumo anunciados por las autoridades chinas a lo largo de los últimos meses. En este entorno, las presiones desinflacionistas se acumulan. En septiembre, la inflación núcleo (que excluye energía y alimentos) se situó en el 0,1% interanual, su nivel más bajo desde enero de 2010 (excluido un breve periodo en enero y febrero de 2021). A pesar de que la economía china ha ganado impulso este trimestre, todavía muestra importantes señales de debilidad, con el consumo interno y el sector inmobiliario como principales focos de preocupación. En este sentido, se espera una aceleración de los estímulos fiscales en el tramo final del año.
La recuperación mostrada por algunos indicadores no oculta un final de año débil en la eurozona. Así, el índice de sentimiento económico ZEW para Alemania, después de tres meses de caídas importantes, sube en octubre más de lo esperado, pero se mantiene entre los niveles más bajos del año. Además, en la misma encuesta se publica que el porcentaje de encuestados que no espera cambios sustanciales en la situación actual alemana sube hasta casi el 57% (+5,3 p. p.). Por otro lado, la producción industrial de la eurozona, excluida la construcción, subió en agosto un 1,8% mensual, tras el –0,5% anterior. Buena parte de este repunte se explicaría por un efecto rebote en Alemania (3,4% mensual vs. –3,3% de julio) y por el notable aumento en Irlanda (4,5% mensual vs. 7,5%), que se caracteriza por la elevada volatilidad de sus estadísticas. También cabe destacar el empuje que mostró en Francia (1,4% mensual vs. 0,2% anterior), mientras que en Italia y España prácticamente se estancó. En balance, no parece que nos encontremos ante el inicio de un cambio de tendencia en el sector, y la mejora de la industria en la eurozona en agosto podría ser puntual y transitoria, como apuntaba el nuevo descenso registrado por el índice PMI manufacturero en septiembre (45,0 vs. 45,8 de agosto).