Rompe así con dos meses consecutivos a la baja y retoma las subidas, aunque todavía se coloca por debajo del pico del 3,62% que marcó el pasado mayo y del 3,56% que contabilizaba doce meses antes, según los datos publicados por el Banco de España (BdE).
El ligero incremento va en sintonía con la evolución de los préstamos impagados, que se elevan en ocho millones, hasta los 40.436 millones, mientras la cartera de crédito merma desde los 1,182 billones, hasta 1,176 billones. La situación se da en plena recuperación de la demanda crediticia al calor de la batalla comercial iniciada por las entidades y del abaratamiento generalizado del coste de las hipotecas. La rebaja del euríbor contribuyó de forma positiva a la contención del volumen de impagos. El índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España terminó agosto en el 3,17%, su nivel más bajo desde diciembre de 2022, cifra que se ha seguido moderando y a finales de octubre ya se mueve por debajo del 3%.
La institución separa la morosidad agregada de bancos, cajas y cooperativas (cajas rurales), por un lado; y, por otro, la de las financieras de consumo. En el caso de las primeras ha pasado del 3,31% de julio al 3,33% de agosto después de que el saldo de impagados aumentara en 22 millones, superando los 37.400 millones. No obstante, sigue siendo más bajo que en agosto del año anterior (3,45%).
De forma paralela, en las financieras de consumo se incrementa desde el 6,64% al 6,7%, pese a que los préstamos impagados bajaron en 15 millones en un mes, hasta 2.862 millones. Comparado con el verano anterior, el porcentaje remonta más de dos décimas desde el 6,47%. El crédito al consumo vive un particular ‘boom’ después de que el saldo vivo haya rebasado la barrera de los 102.000 millones, umbral con el que escala a niveles récord de la burbuja inmobiliaria.