La tasa general de IPC aumenta tres décimas en relación a septiembre al acelerarse la subida de los precios de los alimentos y descender menos los de la energía, mientras que la subyacente se mantiene en el 2,7%
La inflación sube tres décimas en el mes hasta situarse la tasa general en el 2% debido a que los alimentos se han encarecido a mayor ritmo que en septiembre y a que los precios de la energía han caído, pero menos. El avance de los datos de IPC que he hecho público este jueves Eurostat, la oficina de estadísticas europea, reabre el debate sobre la intensidad de la rebaja de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) puede llevar a cabo el próximo mes de diciembre, en un contexto en el que la economía de la región sigue mostrándose débil.
Los principales consensos de mercado dan por hecho que habrá un recorte del precio del dinero en la última reunión del año, que el emisor celebrará el próximo 12 de diciembre. La atonía que están reflejando los indicadores económicos ha avivado las discusiones en el consejo de gobierno del organismo entre los conocidos como ‘halcones’ (ortodoxos) y las ‘palomas’ (que apuestan por una política monetaria algo más laxa). Los segundos son partidarios de aprovechar esa cita para pisar el acelerador y aplicar una rebaja más contundente de los tipos, del 0,5%, que dé más oxígeno a la economía del euro.
La semana pasada, la propia Lagarde, llamaba a abordar con cautela los futuros movimientos de la entidad, consciente de que la tasa de inflación subirá los próximos meses por encima del objetivo a medio plazo del 2% que la entidad tiene permanentemente en su radar. Al mismo tiempo, la francesa mostraba su preocupación por el enfriamiento de la actividad tras una «fuerte» temporada turística de verano.
Entre las mayores economías del euro la inflación sube con más fuerza en Alemania, donde la presión de los precios de los servicios eleva la tasa armonizada hasta el 2,4% desde el 1,8% de septiembre. Esa medida es la que se toma para poder establecer comparaciones homogéneas entre los distintos países. En España la misma tasa se incrementó una décima hasta el 1,8%; en Francia lo hizo otra décima hasta el 1,5%; y en Italia repuntó tres al 1%.
«El elefante en la habitación es el crecimiento salarial», advierte Wolburg, economista senior de la gestora Generali Asset Management, quien destaca que este indicador se desaceleró bruscamente en el mes de septiembre y el enfriamiento del mercado laboral mantendrá a raya los aumentos salariales también en el cuarto trimestre.