Los mercados se preguntan si el BCE podrá seguir subiendo los tipos para combatir la elevada inflación a pesar de las turbulencias en el sector bancario, que han provocado el colapso de dos bancos estadounidenses y el rescate del gigante suizo Credit Suisse. Lagarde dijo que las medidas del BCE para aumentar los costes de endeudamiento podrían verse magnificadas si los bancos se vuelven más reacios al riesgo y empiezan a exigir tipos más altos a la hora de conceder préstamos, lo que probablemente implicaría que el banco central tendría que aumentar sus propios tipos en menor medida.
«Si, por ejemplo, los bancos empiezan a aplicar una mayor ‘cuña de intermediación’ -lo que significa que a cualquier nivel del tipo de interés básico exigen una mayor compensación por el riesgo percibido que asumen al conceder préstamos-, entonces la transmisión se hará más fuerte», dijo Lagarde.
Lagarde, que reafirmó la determinación del BCE de situar la inflación de la zona del euro en el 2%, frente al 8,5% del mes pasado, señaló que las subidas anteriores apenas están empezando a repercutirse en la economía.
«Para que las presiones inflacionistas disminuyan, es importante que nuestra política monetaria actúe con firmeza en la dirección restrictiva», afirmó. «Y ese proceso sólo está empezando a surtir efecto ahora».
Desde julio, el BCE ha aumentado el tipo que paga por los depósitos bancarios en 350 puntos básicos, una cifra nunca antes vista, hasta el 3%, con los mercados financieros esperando un nuevo incremento hasta el 3,5% a finales de este año. El banco central de los 20 países que comparten el euro subió los tipos por última vez la semana pasada, pero eliminó de su mensaje la expectativa de que volvería a subirlos en las próximas reuniones a la luz de los recientes nervios financieros.
La inflación de la zona euro ya ha empezado a caer tras alcanzar un máximo del 10,6% el pasado octubre, pero los precios, excluida la energía, siguen creciendo a un ritmo constante.
Después de Lagarde, el economista jefe del BCE, Lane, dijo que esperaba que los precios subyacentes también disminuyeran con el tiempo, a medida que los menores costes del combustible se filtraran a otros sectores.»Hay razones para creer, observando el efecto indirecto de la energía sobre la inflación subyacente, que hay datos que sugieren que las medidas de inflación subyacente se suavizarán con el tiempo», dijo Lane.
No obstante, advirtió de que estas expectativas se basan en que el crecimiento de los salarios alcance su punto máximo este año.