La ‘low cost’ ha atribuido la caída de los beneficios, entre otros factores, al abaratamiento del precio medio de su tarifa aérea, que se redujo el 15 y el 7 % en el primer y segundo trimestre fiscal, respectivamente, hasta situarse en los 52 euros al final del semestre, el 10 % menos que en el anterior ejercicio fiscal.
Por contra, esta estrategia de «estimulación de precios» ha llevado a Ryanair a transportar entre los pasados meses de abril y septiembre 115,3 millones de pasajeros, el 9 % más, al tiempo que aumentó en un 1 % su facturación, hasta ingresar 8.690 millones de euros.