Por ello, ha visto necesario recortar los tipos de interés algo más rápido de lo que se evaluó en septiembre: «Es importante en sí mismo que la actividad económica se fortalezca, pero también es una condición necesaria para que la inflación se estabilice cerca del objetivo».
Además, el Riksbank considera que, en la actualidad, la evolución económica «es difícil de evaluar, sobre todo en el exterior y, en particular, tras las elecciones estadounidenses». «Existen riesgos relacionados con las tensiones geopolíticas, la política económica en el exterior, el tipo de cambio de la corona y la actividad económica en Suecia que pueden afectar a las perspectivas de la actividad económica y la inflación y dar lugar a una orientación diferente de la política monetaria», matiza el organismo.
El banco central de Suecia celebrará su siguiente reunión de política monetaria el próximo 19 de diciembre.