De momento ya se han transformado cerca de 200 pisos, cuyas viviendas piloto podrán visitarse entre los días 12 y 16 de noviembre durante unas jornadas de puertas abiertas.
El área residencial de NUGA Castellana supone la rehabilitación de las viviendas ubicadas en las calles Félix Boix, Doctor Fleming y Carlos Maurrás. En total, 271 apartamentos destinados al alquiler, de los cuales 60 de ellos son para uso corporativo, para aquellos trabajadores que necesiten un alojamiento temporal en Madrid.
Las tipologías van desde uno a cuatro dormitorios, de entre 40 y 240 m², con posibilidad de añadir al alquiler una plaza de aparcamiento subterráneo (Paseo de la Castellana 204). Las zonas comunes de los edificios también han sido reformadas con los mejores materiales para aportar calidad y bienestar a todos los residentes. Todas las viviendas, tanto exteriores como interiores, cuentan con abundante luz natural y diferentes orientaciones. Las viviendas disponen de cocinas totalmente equipadas, dormitorios con armarios empotrados y amplios salones, algunos con terraza privativa.
Los apartamentos reformados han sido rediseñados con acabados modernos, aire acondicionado y calefacción en todas las estancias y una distribución del espacio que busca satisfacer las necesidades urbanas de la sociedad actual.
Otra de las novedades del área residencial de NUGA Castellana que ha sido reformada es la inversión en tecnología y sostenibilidad para el hogar. El inquilino puede controlar desde su dispositivo la temperatura de su vivienda y, por ejemplo, calentarla poco antes de volver a casa y así optimizar el consumo. Eso lo permiten los equipos de aerotermia que proporcionan calefacción y refrigeración con energía limpia.
Para mejorar la eficiencia energética de los edificios se instalaron paneles fotovoltaicos. Además, los inmuebles cuentan con un sistema propio mediante el cual se puede medir y controlar el consumo instantáneo de agua y energía de los edificios, promoviendo la optimización del consumo y minimizando el impacto en el medioambiente. También se ha invertido en la mejora de la fachada interior de los edificios para obtener un mejor aislamiento y comportamiento térmico, donde, además, se han incorporado grandes maceteros con vegetación natural.
Los 29.000 m2 de la zona residencial convivirán con el resto de las áreas para crear una única manzana en el norte de Madrid, una zona que se ha revitalizado en los últimos años y que busca convertirse en el centro neurálgico de la capital. A pocos kilómetros del centro de Madrid y a dos minutos de Plaza Castilla. Además de tener acceso a todo lo que ofrecen el resto de las áreas, al formar parte de NUGA y con el objetivo de crear una comunidad más conectada y unida, los inquilinos tendrán descuentos y promociones en los diferentes servicios, así como invitaciones a actividades, eventos y planes de experiencias únicos (wellness, charlas de concienciación, celebraciones especiales…).
La ubicación de NUGA Castellana ofrece una buena conexión con el centro de la ciudad y el distrito financiero gracias a tres líneas de metro cercanas (1,9 y 10), varias rutas de autobús urbano, nuevos carriles bici con estaciones de BiciMad a escasos metros y proximidad inmediata al aeropuerto con la circunvalación M-30. Asimismo, servicios esenciales como colegios, centros médicos y zonas comerciales y de ocio rodean el barrio aportando un valor añadido para los inquilinos.
Una zona con historia y que conserva la esencia de barrio: Chamartín de la Rosa fue un antiguo pueblo en la zona norte de la capital. Pasó de ser una aldea a ser un pueblo cercano, y con la expansión de la ciudad, forma parte de la ciudad desde 1948. Antiguamente un olivar, en los 70 fue una de las áreas con más vida de la capital, y sus resquicios se aprecian, a día de hoy, en la arquitectura de sus calles, que hoy cuenta con muchos comercios y zonas verdes.