«Estos profesionales no tienen derecho a deducirse este incremento en la partida de gasóleo profesional, porque no están incluidos en él. Por lo que va a suponer una recaudación extra para el Estado de 100 millones de euros al año», explican Fenadismer en un comunicado. El objetivo de esta subida es equiparar el impuesto que soporta el diésel con el que soporta la gasolina, que es mandato europeo y sustentado por ser más contaminante el diésel frente a la gasolina.
Pero, tal y como denuncia Fenadismer, los principales perjudicados van a ser transportistas autónomos o microempresas, y no las grandes corporaciones como señala el Gobierno en su enmienda. Por eso, la Federación no descarta llevar a cabo movilizaciones en caso de que, junto con la subida, no se establezca un mecanismo fiscal que permita a estas empresas amortiguar el impacto de esta subida del gasóleo.