Este proyecto forma parte de un ‘megacontrato’ de 2.800 millones de dólares (2.660 millones de euros, al cambio actual), en el que va adherido el desarrollo de una central eléctrica, que ha caído en manos de un consorcio surcoreano liderado por Samsung y varias firmas financieras.
La compañía española formará parte de la construcción de la planta desalinizadora a través de un contrato valorado en más de 400 millones de euros. Desde Acciona, por el momento, declinan hacer comentarios al respecto sobre la operación.
Según rigen las bases del contrato que han adjudicado las autoridades locales, a través de Qatar General Electricity and Water Corporation, el proyecto implica la construcción y operación de una planta de energía a gas natural (2.400 MW) y una instalación de desalinización de agua de mar, ubicadas en la zona industrial de Ras Abu Fontas, a 18 kilómetros al sureste de Doha. El coste estimado del proyecto, incluyendo diseño, construcción y adquisiciones, asciende a los 3.700 millones de dólares (3.500 millones de euros). Este movimiento se enmarca en la apuesta que el grupo concentra en Oriente Medio, donde cuenta con una destacada presencia con proyectos en Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Catar y Omán. Desde su entrada en 2008, Acciona ha participado en esta región en el desarrollo de proyectos como la ampliación del metro de Dubái o la construcción de la desaladora de Jebel Ali, en Emiratos Árabes Unidos; la construcción y posterior ampliación de la desaladora de Umm Al Houl, en Catar; así como seis desaladoras y tres plantas de tratamiento de aguas residuales en Arabia Saudí.