En este contexto, revisamos nuestra previsión del euro/dólar hasta el 1,05 a cierre de año, y una posterior paulatina depreciación hacia la paridad en el 4T 2025, si bien los riesgos para esta previsión permanecen elevados.
En efecto, la victoria de Trump y la mayoría parlamentaria Republicana han inducido una fuerte apreciación del dólar frente al euro en las últimas semanas. La reciente apreciación del USD suma, a la elección de Trump, el dinamismo económico de EE. UU. frente a sus pares, en particular una eurozona debilitada. Las políticas que ha anunciado Trump en campaña resultarían, en una primera aproximación estática, apreciadoras del EURUSD (cuyo valor de equilibrio los modelos de fair value situaban, antes de las elecciones, en torno a los 1,12 dólares por euro):
Cualquier aumento de aranceles supondrá una mayor inflación y apreciará el tipo de cambio efectivo nominal del dólar.Una rebaja de impuestos a las empresas aumentará sus beneficios y atraería flujos de capital. Por otro lado, si la inversión pública no se reduce (y se mantienen los actuales subsidios industriales, por ejemplo) presionaría al alza los tipos de interés nominales. Ambas medidas son apreciadoras para el dólar.
Las restricciones migratorias en un mercado de trabajo tensionado supondrán, a corto plazo, un aumento de: la presión salarial, la inflación y los tipos.
En este contexto, revisamos nuestra previsión del euro/dólar hasta el 1,05 a cierre de año, y una posterior paulatina depreciación hacia la paridad en 4T25.Los riesgos a esta previsión son:
Una mejoría cíclica en la eurozona, o un aterrizaje abrupto de la economía de EE.UU., que resultarían depreciadores para el dólar.
La implantación y concreción de la política económica de Trump, que puede materializarse en cualquier sentido. Cualquier deterioro en los diversos focos de tensión geopolítica, que debería resultar apreciador para el dólar.