Estos días los informativos y las primeras páginas de todos los diarios dedican mucho mas espacio a la corrupción de unos y otros que a los problemas de, por ejemplo, la terrible dana que tiene enfangado medio Levante español y a la que curiosamente y por mucho que los gobiernos se llenen la boca anunciando mas y mas ayudas, no llega un euro y solo los que tienen ahorros o sus familiares o amigos ayudan puede hace frente a la reconstrucción de sus vidas personales y profesionales.
Pues bien, en este contexto una pequeña noticia muestra el camino que deberían recorrer todos estos que hablan mucho, pero hacen poco y asi, casi seguro que nos iría mucho mejor a todos. El hecho es que la ministra británica de transporte, Louise Haigh, ha dimitido este viernes del Gobierno laborista de Starmer tras conocerse que en 2014 admitió un delito de falso testimonio a la Policía por decir en 2013 que le habían robado el móvil del trabajo en un atraco, cuando después lo encontró. La ministra dijo en una carta a Starmer que, pese a que lo ocurrido fue «un error» que se resolvió sin que fuera penalizada, no quiere que suponga una distracción en la labor del Ejecutivo. Haigh aseguró que sigue comprometida con el proyecto laborista y lo apoyará como diputada en la Cámara de los Comunes.
La decisión de la política, que es diputada desde 2015, se produce después de que el jueves Sky News y ‘The Times’ publicaran que en 2014 se había declarado culpable ante la Justicia de haber testificado incorrectamente ante la Policía en relación a ese atraco un año antes, por lo que los agentes presentaron cargos.
¿Qué les parece? No seria el momento de que algunos políticos, seguro que superan la decena y la centena, de nuestro amplio espectro de inútiles que se dedican a la política tomasen nota de como hay que hacer las cosas y empezasen a aplicar esta sana práctica a sus propios casos.
Probablemente si lo hicieran. la cosa pública sería otra cosa muy distinta e incluso estaría prestigiada y casi seguro que los recursos económicos de los que hablan, en lugar de ocupar espacio en los medios de comunicación estarían ya en manos de los damnificados de la Dana y Sánchez no tendría que esconderse cada vez que sale a la calle para que no le abucheen, griten o trepen por su árbol genealógico.