Los líderes de la UE se reúnen por segundo día consecutivo en Bruselas para debatir asuntos económicos, incluidos los cambios en las normas fiscales y de deuda del bloque, pero es probable que la preocupación por el impacto de los problemas de Credit Suisse y Silicon Valley Bank en el sistema bancario de la UE domine las conversaciones, según.
La quiebra de los bancos regionales estadounidenses SVB y Signature Bank a principios de mes provocó una caída en picado de las acciones bancarias, pues los inversores temían otras bombas de relojería en el sector. Esto se extendió a Credit Suisse Group AG, lo que llevó a UBS Group AG a hacerse cargo del banco suizo, de 167 años de antigüedad, para evitar una crisis mayor.
La presidenta del BCE, Lagarde, presentará a los líderes la situación de la estabilidad económica y financiera de los 20 países que comparten el euro y probablemente se enfrentará a preguntas sobre los planes del BCE de subir más los tipos de interés para luchar contra la inflación. «Christine Lagarde tranquilizará a los bancos tras la solución suiza», dijo una fuente. «Pedirá a los líderes que completen su Unión Bancaria y sigan adelante con la Unión de Mercados de Capitales». «Es probable que su mensaje sea que el BCE tiene una política monetaria decidida, pero dependiente de los datos, sin orientación futura. No hay compromiso entre los objetivos de estabilidad financiera y de precios. El BCE tiene herramientas paralelas para hacer ambas cosas».
Es probable que los líderes de la UE reciban un mensaje similar sobre los bancos del presidente de los ministros de Economía y Hacienda de la zona euro, Donohoe. «Es probable que Donohoe afirme que, en general, los bancos están en buena forma y cuentan con buenos colchones de capital y liquidez, aunque no hay lugar para la complacencia, como hemos visto en las turbulencias bancarias», señaló otra fuente. «Es probable que pida que se siga avanzando con firmeza para completar la Unión Bancaria, y que diga que la Unión de Mercados de Capitales es importante para la competitividad y que hay que hacer más».
«Completar la Unión Bancaria» es el código de la UE para la introducción de un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (SEGD), el último elemento que faltaba del proyecto iniciado en 2012. La Unión Bancaria ya se ha completado en dos tercios. La UE ha establecido una supervisión única de los principales bancos de la zona del euro en manos del BCE y una autoridad única de resolución con un fondo especial para ayudar a bancos colapsados. Aunque la mayoría de los países de la UE tienen algún tipo de fondo nacional que garantiza los depósitos hasta 100.000 euros (108.320,00 dólares), no existe un plan a escala de la UE, ni una forma de que las autoridades cooperen a través de las fronteras si una crisis bancaria es demasiado para un solo país. El principal opositor al SEGD es Alemania, preocupada porque si las garantías de depósitos se mutualizan a escala de la UE, Berlín podría acabar pagando los depósitos de bancos en quiebra de otros países, como Italia, todavía lastrados por malas decisiones de crédito o inversión de hace años.
La Unión de Mercados de Capitales se puso en marcha en 2015 para facilitar el acceso al capital riesgo de las empresas de la UE, que ahora dependen principalmente de los préstamos bancarios para cualquier financiación. Los avances han sido lentos debido a las diferencias en las leyes fiscales o de insolvencia de los 27 países de la UE.
Lagarde abre la puerta a inyecciones de liquidez
La presidenta del Banco Central Europeo ha apostado por transmitir tranquilidad a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea asegurándolses que la entidad está «plenamente equipada» para proporcionar liquidez al sistema financiero de la Eurozona en caso de que sea necesario, tras las recientes turbulencias alrededor del Deutsche Bank
Así se lo han confirmado fuentes comunitarias que han corroborado el mensaje de Lagarde a los Veintisiete durante la reunión que están celebrando en Bruselas y a la que ha asistido el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe.
Las fuentes consultadas también han asegurado que Lagarde ha insistido en que «el sector bancario de la eurozona es fuerte porque hemos aplicado las reformas regulatorias acordadas internacionalmente tras la crisis financiera global a todos ellos. Los recientes acontecimientos nos recuerdan cuán importante ha sido mejorar continuamente estos estándares». En concreto, ha instado a avanzar para completar la unión bancaria – dónde el principal elemento que falta es el sistema de garantía de depósitos común europeo (EDIS)- así como a trabajar para crear una «auténtica» unión de mercados de capitales europea.
La presidente del BCE ha insistido en que la banca europea es «resiliente porque tiene fuertes posiciones de capital y liquidez», reiterando así el mensaje que ha lanzado en distintos foros desde la caída del SVB y los acontecimientos posteriores. Lagarde ha insistido en que el BCE está «totalmente equipado para proporcionar liquidez al sistema financiero del área del euro si es necesario» y en que no hay contradicción entre el mantenimiento de la estabilidad de precios y la estabilidad financiera. «Nuestra caja de herramientas nos permite abordar los riesgos para ambas», subrayó.