El corte de suministro se produjo desde las 18:30 horas con una previsión de duración hasta las 21 horas para hacer frente a la rampa de demanda que se incrementa habitualmente en este horario.
Según varias fuentes la decisión de aplicar el Servicio de Respuesta de la Demanda (SRAD) se aplicó tras el fuerte aumento del consumo de energía provocado por una fuerte bajada de las temperaturas en España y que ha llevado la cifra a superar los 40.000 MW. Prácticamente a las 21 horas de este miércoles, es decir cuando ya se había dejado de aplicar el SRAD, Red Eléctrica todavía seguía sin informar de la decisión en su página web.
Según los datos del propio operador del sistema, el mix de generación incluía una amplia aportación de las centrales de ciclo combinado de gas que se encargaban de producir el 44% de la demanda (había 43 ciclos programados), pero se incorporaron también al sistema un 6% de cogeneración, un 2,82% de carbón y hasta un 1,12% de motores diésel.
La eólica, por su parte, aportaba un escaso 6,5% mientras que la fotovoltaica por la hora desaparecía completamente del mix energético. Asimismo, la central nuclear de Ascó se encontraba en parada fría, lo que suponía que el gestor apenas contaba ya con recursos adicionales para hacer frente a un problema mayor.
De este modo, según las fuentes consultadas, REE se quedó de nuevo sin reservas de energía terciaria y tuvo que aplicar esta medida para garantizar la seguridad de suministro eléctrico. La reserva de regulación terciaria se define como la variación máxima de potencia que puede efectuar una unidad de programación en un tiempo máximo de 15 minutos.
A lo largo de este año, el operador del sistema eléctrico ha aplicado ya en dos ocasiones más un corte similar de 609 MW por problemas de dicha reserva de terciaria, el de ayer fue de 571,2 MW.
El pasado mes de julio las centrales de ciclo combinado rebajaron su producción de 9.207 MW a 8.745 MW pero se produjo una importante reducción de la previsión de producible eólico, lo que llevó a un cóctel de eventos que ponían en jaque al sistema eléctrico. En aquel momento, al igual que en el primer corte, Red Eléctrica insistió en que «la continuidad del suministro no se vio en ningún momento comprometida, siendo el objetivo de la orden de activación -que se aplicó durante aproximadamente tres horas, que establece la normativa- garantizar los niveles de reserva establecidos en los procedimientos de operación en respuesta a una situación puntual en la que se vieron reducidos los recursos disponibles en el sistema».
El servicio utilizado en estas tres ocasiones para garantizar el suministro contó con la participación de comercializadoras y consumidores con una demanda de al menos 1 MW y, por tanto, no aplica ni a consumidores domésticos ni a las pequeñas empresas.
Los industriales que prestan este servicio son retribuidos con un precio marginal de 40,82 euros por cada MW asignado y hora por su disponibilidad para reducir su consumo en los periodos horarios establecidos.
Según los datos de Red Eléctrica, el precio medio ponderado del momento de la interrupción de mayo fue de 63,29 euros/ MWh y el del miércoles, a 114,42 euros/ MWh. Por el momento se desconoce el precio aplicado hoy, ya que REE todavía no ha reconocido oficialmente el problema al cierre de esta edición.