Así, es previsible que los impagos estadounidenses no solo alcancen a los europeos, sino que los superen a finales de año. Generali espera que ambas regiones terminen 2023 con un 4% de impagos, casi el doble de las cifras actuales. Por lo tanto, Generali Investments se decanta por el crédito europeo en comparación al estadounidense.
Generali defiende la solvencia de los títulos de deuda soberana ‘investment grade’ (evaluada por agencias de calificación) frente a la deuda soberana ‘semi-core’ y periférica por motivos de valoración. En Europa, los niveles de los bonos soberanos siguen siendo «atractivos» tras el repunte, en comparación con los niveles históricos. Generali espera que los diferenciales se mantengan en torno a los niveles actuales a lo largo del próximo año.
En cuanto a los bonos de alto riesgo o basura (‘high yield’), la rama de gestión de la aseguradora cree que «las valoraciones actuales no reflejan los elevados riesgos». En consecuencia, espera que los diferenciales se amplíen cerca de 100 puntos básicos en el primer semestre de 2023, antes de terminar el año entre 50 y 60 puntos básicos por encima de los niveles actuales.
Por su parte, las permutas de incumplimiento crediticias (‘Credit Default Swaps’) se han estrechado «mucho más rápido» que el efectivo. Además, prevé que las empresas más pequeñas sean las más expuestas al riesgo. Por lo tanto, la calidad de los activos de los bancos también debería deteriorarse, lo que «nos lleva a seguir infraponderando los valores financieros frente a los no financieros en términos de diferenciales».
Sin embargo, dado que el ‘carry’ es ahora mayor en el espacio financiero, pues los diferenciales han divergido sustancialmente en 2022, Generali se muestra «neutral» sobre la rentabilidad total.