Para ponerlas en marcha, estas instalaciones requieren de electrolizadores, los aparatos que permiten producir hidrógeno mediante el proceso químico de la electrólisis, y cuya instalación también está subvencionada. En concreto, el proyecto de la petrolera, denominado ‘HY2MOVE’, contempla el despliegue de seis estaciones de repostaje de hidrógeno y un electrolizador en la red viaria de la red transeuropea de transporte a su paso por España, es decir, en las principales autovías del país, para dar servicio tanto a los vehículos pesados como ligeros. La energética destinará 42,8 millones de euros a estas nuevas instalaciones, de los cuales 12,8 estarán financiados por la UE.
Aunque Repsol considera que los motores de combustión seguirán siendo parte de las soluciones de movilidad gracias al desarrollo de los combustibles líquidos de baja huella de carbono, también defiende que el hidrógeno podría ser una alternativa para el transporte pesado más allá de 2030. En este sentido, se fijado una meta de instalar al menos 12 hidrogeneras en 2025.
Según la empresa, los combustibles líquidos siguen siendo la solución más eficiente y con menor coste para la aviación y el transporte marítimo. Sin embargo, considera que para los automóviles, la opción más competitiva es la electrificación, a medida que se van desarrollando las tecnologías de pila de combustible de hidrógeno.
Repsol estima inversiones de 2.549 millones de euros en toda la cadena de valor del hidrógeno verde y alcanzar una capacidad instalada en este campo de 1,9 gigavatios (GW) hasta 2030, para lo cual ubicará plantas de electrolizadores en el entorno de sus complejos industriales. El primero ya lo puso en marcha en su refinería de Petronor, en Bilbao, con una capacidad de 2,5 megavatios (MW), y permite abastecer tanto a la refinería como a algunas instalaciones del Parque Tecnológico de la Margen Izquierda de la ría bilbaina.
Por su parte, la suministradora gasista Molgas también ha resultado adjudicataria de estos fondos europeos tras presentar un proyecto para instalar dos hidrogeneras en la ciudad de Madrid. El objetivo de la sociedad es seguir aumentando su presencia tanto en España como en Europa, impulsando el uso del gas natural licuado (GNL) como y ofrecer nuevas alternativas como el biometano y el hidrógeno verde.
La italiana Enel X Way, que el año pasado se hizo con el 51% del negocio de movilidad eléctrica de Endesa, también han resultado elegida por la Comisión tras presentar un proyecto vinculado a la electrificación de las carreteras, aunque sin llegar a revelar sus planes concretos. Recibirá 21,4 millones de euros de fondos europeos para crear una red de 902 puntos de recarga para coches eléctricos con una potencia de 150 kilovatios (150 kW) que se repartirán por las principales carreteras de España, Italia y Rumanía.
En España, el objetivo marcado por la Hoja de Ruta del Hidrógeno, publicada en octubre de 2020, apunta hacia los 4 gigavatios (GW) de capacidad instalada y un despliegue de entre 100 y 150 hidrogeneras de acceso público en 2030, para lo que destinarán 1.550 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation EU hasta el año 2024. Estas deberán situarse en lugares fácilmente accesibles, repartidas por todo el territorio con una distancia máxima de 250 kilómetros.
Dentro de la ruta marcada por el Ejecutivo también se prevé para el final de década una flota de entre 150 y 200 autobuses movidos por pila de combustible y repartidos por todo el territorio nacional, con especial participación en las flotas de autobuses urbanos de grandes ciudades. El parque de vehículos ligeros y pesados de pila de combustible para el transporte de mercancías se estima entre 5.000 y 7.500, a lo que se sumaría la utilización continua de trenes propulsados con hidrógeno en al menos dos líneas comerciales de media y larga distancia en vías actualmente no electrificadas.