El repunte en el precio del petróleo se produce después de que el presidente de Estados Unidos Joe Biden, junto con el Reino Unido, haya anunciado un amplio paquete de sanciones contra Rusia y su industria del gas y el petróleo. En concreto, sancionó a dos de los mayores productores y exportadores de petróleo de Rusia: Gazprom Neft, la tercera mayor petrolera del país, y Surgutneftegas, otra destacada compañía del sector energético.
El Departamento del Tesoro, en consulta con el Departamento de Estado, ha emitido una orden que prohíbe desde el próximo 27 de febrero la prestación de servicios petroleros estadounidenses a personas ubicadas en Rusia, cortando el acceso de este país a los servicios estadounidenses relacionados con la extracción y producción de crudo y otros productos derivados del petróleo. Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés), dependiente del Departamento del Tesoro, decidió sancionar a dos de los productores y exportadores de petróleo más importantes de Rusia, Gazprom Neft y Surgutneftegas.
Al margen de estas dos empresas, la OFAC está designando a más de dos docenas de filiales de Gazprom Neft y Surgutneftegas, de manera que todas las entidades que son propiedad en un 50% o más, directa o indirectamente, de Gazprom Neft, Surgutneftegas o sus subsidiarias enumeradas, también estarán sujetas al bloqueo, incluso si no están identificadas por la OFAC.
En cuanto a las exportaciones por mar de petróleo ruso, las autoridades estadounidenses señalan que Rusia se ha vuelto cada vez más dependiente de los buques que participan en prácticas de transporte marítimo de alto riesgo para facilitar actividades ilícitas o sancionables, denominados como la «flota en la sombra».