Así, el 68% de los CEO españoles prevé que el PIB mundial evolucione favorablemente en 2025 y un 72% piensa lo mismo sobre la marcha de la economía española, frente al 58% que espera que el crecimiento económico global mejore en 2025. De esta manera, el porcentaje de los que piensan que la actividad global evolucionará favorablemente es superior al 38% registrado el año pasado -y al 18% de hace dos años-, lo que muestra las buenas perspectivas generales a pesar de las incertidumbres que se extraen del contexto político y económico global.
Asimismo, el informe también adelanta un aumento del empleo en 2025, lo que se refleja en que el 42% de los máximos ejecutivos globales tiene previsto incrementar sus plantillas al menos un 5% en los próximos doce meses -frente al 17% que planea disminuirlas-. Una apuesta por la contratación que es mayor (48%) entre las empresas de menor tamaño, que facturan por debajo de los 100 millones de dólares, y entre las que pertenecen a los sectores tecnológico e inmobiliario (61%), capital riesgo (52%) y a la industria farmacéutica y de la salud (51%). En España, el 43% de los ejecutivos entrevistados esperan aumentar sus plantillas y solo el 9% reducirlas.
Sin embargo, la encuesta destaca que esta visión positiva sobre la evolución de la economía y de la actividad empresarial no está exenta de incertidumbres y amenazas. En este sentido, la volatilidad macroeconómica, la inflación y las ciberamenazas se presentan como los tres mayores riesgos para los CEO globales y españoles, aunque estos varían en función del área geográfica en la se encuentran.
En cambio, las amenazas cambian en función de la ubicación de los CEO’s, siendo los conflictos geopolíticos la mayor amenaza para los líderes empresariales de Oriente Medio y para los de Europa Central y Oriental.
Por otra parte, en cuanto a la viabilidad de las empresas en el futuro, y de forma consistente con los dos últimos años, el 42% de los primeros ejecutivos globales (el 29% de españoles) cree que sus empresas no serán viables más allá de la próxima década si continúan su camino actual. De esta forma, con el objetivo de intentar garantizar su existencia, el 63% de los consejeros delegados aseguran haber puesto en marcha en los últimos cinco años, al menos, una acción significativa para transformar la manera en la que sus compañías crean, entregan y capturan valor.
De hecho, los CEO que han tomado más acciones de reinvención en los últimos cinco años son los que han obtenido márgenes de beneficio más altos en los últimos doce meses, lo que casa con que, a medida que las empresas buscan reinventar sus modelos de negocio, casi cuatro de cada diez (38%) presidentes y consejeros delegados afirman que han comenzado a competir en al menos un nuevo sector de actividad en los últimos cinco años, y aproximadamente, una tercera parte (34%) señala que esto ha representado más del 20% de los ingresos de la compañía durante este período.
El estudio resalta que los CEO con una mayor expectativa de permanencia en el cargo tienen más probabilidades de tomar múltiples acciones de reinvención, de informar sobre mejoras de rentabilidad derivadas de la inversión en Inteligencia Artificial (IA) generativa, y de utilizar una variedad de técnicas para asegurar la calidad de las decisiones estratégicas.
En esta línea, el sondeo revela que tres de cada cuatro directores ejecutivos (el 76,1%) que habían aumentado la rentabilidad gracias a la IA generativa en los últimos 12 meses llevaban en el cargo más de cinco años, lo que genera un «desafío de gobernanza» para los consejos de administración, que deben facilitar que los altos directivos de las compañías tengan visión a largo plazo. Los datos, sin embargo, constatan que el ritmo de transformación de la mayoría de las empresas es «lento y carece de la agilidad suficiente».
Un síntoma de dicha situación es la «escasa capacidad» actual de las compañías para reasignar inversiones y recursos humanos entre los proyectos y las unidades de negocio, ya que alrededor de la mitad de los CEO aseguran que sólo reubican el 10% o menos de los recursos económicos y humanos de un año a otro, y más de dos tercios reasignan menos del 20%.