En palabras de Illa, se trata de «la mayor inversión pública desde el año 2010». Los 18.500 millones se repartirán entre aportaciones directas de la Generalitat (13.700 millones) y créditos concedidos a través del Instituto Catalán de Finanzas (4.800 millones).
Este desembolso forma parte de un plan llamado Catalunya lidera que consta de cinco ejes estratégicos: infraestructuras –que concentrará el grueso inversor–, modernización productiva, conocimiento e innovación, buen gobierno e igualdad de oportunidades. Illa no ha detallado ninguna de las 200 medidas que contendrá este plan.
El anuncio de Illa llega pocas semanas después del fiasco presupuestario del ejecutivo catalán, que se ha visto obligado a prorrogar las cuentas públicas de 2024, que a su vez prorrogan las de 2023, ante la negativa de ERC a negociar las cuentas. El president ha defendido en diferentes ocasiones que gobernará pese a este contratiempo y la consejera de Economía, Romero, ha asegurado que a través de suplementos de crédito se podrán «seguir haciendo cosas, casi lo mismo que podríamos hacer con un presupuesto».
En el auditorio se hallaban empresarios como el presidente del Banco Sabadell, Oliu, y el nuevo presidente de Telefónica, Murtra. También han acudido a la conferencia el presidente de Foment del Treball, Sánchez Llibre, y el secretario general de CCOO de Cataluña, Pacheco.
A lo largo de su discurso, Illa ha desgranado las líneas maestras del plan económico del Govern. Al igual que en otras ocasiones, el dirigente se ha referido al concepto de «prosperidad compartida» para desmarcarse de las alternativas que a su juicio anteponen los «privilegios» a los «derechos».
«Nos fijamos el objetivo de liderar la economía española en un horizonte de 10 años, pero si podemos de cinco años. Queremos romper cuellos de botella y deshacer nudos para ser la región más próspera de España y una de las más prósperas de Europa», ha declarado Illa.
A lo largo de su intervención, que ha durado cerca de 30 minutos, el dirigente ha hecho mutis sobre la reforma de la financiación autonómica pactada con ERC. Illa ha reconocido que junto a la «actitud positiva hacia Cataluña» que detecta en el resto de España, también percibe «actitudes abiertamente recelosas» que considera «minoritarias». Pero no ha querido entrar a fondo de este asunto para «no generar ruido».