Asi, en el último trimestre del año pasado, el empleo a tiempo completo cayó en 230.200 personas, mientras que el de tiempo parcial asciende en 265.000. En cuanto al número de asalariados, el descenso se estima en 75.800, con un aumento de 111.000 contratos indefinidos y una bajada de 186.800 en los contratos a tiempo parcial, mientras que los autónomos se incrementan en 107.900 personas, una media de casi 1.172 altas diarias.
El Ejecutivo pregona de forma insistente los 21,8 millones de personas empleadas en España a cierre del pasado año, pero evita mostrar la caída en el empleo privado de 15.600 personas en el último tramo del pasado año, hasta un total de 18,26 millones de personas y el incremento de 50.400 personas en el sector público, hasta los 3,59 millones. A lo largo del pasado año se registró un crecimiento en el empleo de 481.100 personas, un 2,19% más respecto a 2023.
El INE hizo hincapié en el empleo a tiempo completo, que se dispara en 290.700 personas frente al aumento de las 177.400 en el último año, mientras que los empleados con contrato indefinido se dispararon en 589.400 personas frente a la caída de 133.900 personas con contrato temporal.
La situación se explica por el cambio normativo de los empleados fijos-discontinuos, es decir, personas que trabajan unas pocas horas semanales, pero sin un horario fijo ni tampoco un número de horas determinado. Ante esta situación, el Ministerio de Trabajo maquilla sin tapujos los datos del llamado «milagro español» con un sistema perverso y que lleva a engaño a la hora de conocer realmente el número de empleados y parados, así como quien trabaja cuatro horas o cumple con las 40 estipuladas hasta ahora a la semana. Todas estas personas van al mismo paquete y se contabilizan por igual.
El por qué es una respuesta nada sencilla y que el Ejecutivo permite no solo para maquillar los números, sino también para apuntalar sobre el papel la supuesta ‘buena marcha’ de la economía española.
La ley obliga a pasar a indefinido todos los contratos temporales que no tienen estipulado un horario fijo, como puede ser los empleados en un concierto, un partido de fútbol o un evento puntual, como una carrera deportiva u ferias empresariales. O se les hace indefinidos o las empresas se enfrentan a sanciones de la Inspección de Trabajo de hasta 7.500 euros
Este cambio en el tipo de contrato incluye un aumento de las cotizaciones sociales. «Por cuatro o cinco horas de trabajo cotizamos por el empleado todo el mes. No hay otra forma», afirman. De esta forma, empleos de apenas unas horas suponen un coste enorme para estas empresas y, al mismo tiempo, logra maquillar las cifras, pero no supone una mejora ni mucho menos para el trabajador.
De hecho, debido a este cambio se ha incrementado el coste de contratar a este tipo de empresas y se anulan eventos. Muestra de ello es la caída del sector Servicios en el último trimestre, con 100.000 empleos menos en plena temporada de Navidad, mientras la población activa cae en 123.800 personas, hasta un total de 24,53 millones de personas. Así las cosas, la tasa de paro se sitúa en el 10,6%, con 2,595 millones de parados.
Asimismo, pese a la mejora de los datos sobre el papel, el INE contabilidad una caída de la tasa de actividad, hasta el 58,49% entre españoles y extranjeros. Con todo, el INE incluye 813.000 fijos-discontinuos, datos que inflan las cifras sin mostrar la situación de la economía real, la de la calle y la gente corriente.