En un contexto «más complicado y volátil», tal y como ha reconocido Botín, la previsión a nivel de grupo pasa por registrar un aumento del beneficio, así como de la rentabilidad, mientras prevé que los ingresos se mantengan estables. «Banco Santander lo hará mejor que sus competidores», ha remarcado la presidenta. Dentro de esta mejora no entraría España, mercado para el que avisa de un «crecimiento plano» al calor de la caída de los tipos de interés. Este mercado ha contribuido a la cuenta de resultados con 3.762 millones, casi un 59% más. Dicho avance de previsiones ya descuenta los 380 millones que deberá abonar en concepto del impuesto a la banca este 2025.
Respecto al nuevo tributo que prepara el Gobierno, Botín ha defendido que si bien las empresas y las personas «tienen la responsabilidad de pagar impuestos», es necesario diseñar un sistema justo en el que todos paguen lo mismo en lugar de penalizar a un sector en concreto». En esta línea, ha insistido sobre la necesidad de crear un marco legal que de confianza a los inversores profesionales. Con esta declaración ha aludido a una de las soluciones para atajar el problema de la vivienda, con un déficit de 600.000 casas. «Necesitamos más certidumbre si queremos atraer inversiones para construir más», ha remarcado.
Sobre Reino Unido, otro de los puntos que mayor atención acapara ante los rumores de una posible desinversión del negocio en el país, Botín ha asegurado que la filial no está en venta, sino que es «uno de los principales mercados y lo seguirá siendo» tras aportar 1.300 millones al beneficio, un 15% menos. Esta región se ha visto afectada por las reclamaciones sobre las comisiones de los agentes de financiación de vehículos en esta región, motivo por el que ha tenido que provisionar 295 millones de libras, unos 350 millones de euros al cambio actual. Cabe destacar que Reino Unido representa cerca del 9% del negocio comercial. «Esperamos que este año lo haga igual o mejor», ha subrayado tras especificar que la filial se beneficiará de los ahorros del modelo One Transformation impulsado por el banco. De hecho, la banquera confía en que este año la rentabilidad medida en términos de ROTE se sitúe en el 11%, si bien ve «lógica» la especulación sobre posibles operaciones corporativas, ya que en Europa, a diferencia de Asia o EEUU, la única manera de crecer es a través de adquisiciones a causa de la regulación.
Preguntada acerca del posible impacto de la política proteccionista deTrump sobre Santander, Botín ha señalado que «cuanto mayor le vaya al país, mejor nos irá a nosotros». «EEUU es un mercado clave. Queremos seguir creciendo allí. Vamos a seguir trabajando con los gobiernos», además de destacar que ya es un país más atractivo en término regulatorio que Europa y con Trump lo va a ser aún más.
En concreto, el CEO del banco,, Grisi confía en que el país se va a adaptar mucho a la situación. «Entiende bien la conectividad que tiene que tener con EEUU. En el caso de sectores como de la automotriz hay componentes que van y vienen a través de la frontera. Como banco, tenemos que estar preparados a cualquier situación. Hemos sido más cautelosos que algunos de nuestros competidores. Hemos cambiado el mix hacia créditos colateralizados. México tiene una oportunidad enorme de crecimiento en clientes», ha agregado. Por su parte, la presidenta ha comentado que » México es uno de los mercados con más oportunidad de mejora, tanto como país como Santander México. Por su población joven y bien educada y por la presencia de muchos sectores competitivos».
En otro orden de cosas, para la banquera, «lo que hace falta en Europa es mayor crecimiento», ya que sin ello «no hay políticas sociales». Bajo esta clave, apostó por fomentar las certidumbres para estimular la inversión y consideró buena noticia que los informes de Draghi y de Letta diagnostican que «tenemos que apoyar la iniciativa privada», porque se precisa inversión para mejorar la productividad y generar puestos de trabajo.
Además, ha destacado que «hay algunos ámbitos donde se pueden hacer cosas que tengan muy poco coste para todos: regulación y supervisión». Detalló que si a los bancos se les pide 1.000 millones de capital más, «supone 16.000 menos de crédito a pymes y no olvidemos que el 90% del crédito viene de los bancos en Europa, y supone 40.000 millones menos de hipotecas», cifró.
Otra materia donde ve espacio para la mejora es la regulación bancaria en materia de sostenibilidad. La banca tiene que reportar la proporción de sus activos considerados «verdes» con el llamado «Green Asset Ratio». «Nos empuja a no hacer lo correcto en la transición», denunció tras detallar que penaliza, por ejemplo, dar crédito en países como México o Brasil frente a Europa, al no contar las viviendas con los mismos desarrollos en materia de sostenibilidad. «Debe ser una transición justa» que no excluya a ciudadanos o países, defendió, convencida de «es algo que en Europa tenemos que repensar».
En clave doméstica y al ser cuestionada sobre la reducción de jornada, Botín reclamó tomar este tipo de medidas «con consenso social» por la afectación que tienen sobre todo el tejido productivo. «Cuando hacemos cambios de este tipo tenemos que pensar no solo grandes empresas, sino también en las pymes y en los autónomos».
Botín defendió, por otro lado, que el problema del mercado inmobiliario «no es la falta de financiación» sino la falta de oferta e instó por fomentar la inversión para que se resuelva. Recordó que la mayoría de las viviendas en alquiler está en manos de particulares y apenas un 15% es propiedad de profesionales, frente al 60-70% de, por ejemplo, Reino Unido. «Si queremos resolverlo hay que atraer inversión tanto nacional como extranjera para que se construya más, si no este problema será más grande, no más pequeño».