En una entrevista con el diario eslovaco ‘Hospodárske Noviny’, el que fuera ministro de Economía español recuerda que el BCE ha dejado claro que no seguirá ningún camino predeterminado y que tomará sus decisiones reunión a reunión, en función de los indicadores económicos que vayan haciéndose públicos.
«Esto se debe a que el nivel de incertidumbre es enorme», ha defendido Guindos. También ha recordado que la magnitud de los recortes de tipos dependerá de que los datos confirmen que la inflación converge hacia el objetivo del 2% marcado por la entidad de manera sostenible. En principio el ‘número dos’ del BCE confía en que esto suceda a lo largo de este año, si bien ha recordado que persisten factores, en particular en torno a la situación geopolítica, que se deben tener en cuenta.
Si la inflación se mueve según nuestras proyecciones, el camino de nuestra política monetaria está claro», si bien siempre hay algunos factores externos que afectan a la economía y que pueden producir shocks, el escenario base estima que la inflación convergerá hacia la meta este año, con una ligera recuperación del crecimiento económico, ya que el avance del PIB alcanzaría el 1,1% en 2025, tras el 0,7% del año pasado.
En este sentido, considera «clave» una recuperación del consumo para que haya un repunte del crecimiento económico de la zona euro, ya que la falta de confianza de los consumidores es una de las razones por las que esto no ha sucedido todavía.
Asimismo, ha anticipado un aumento en la inflación durante los próximos meses debido a efectos de base, principalmente relacionados con la energía, aunque el BCE está convencido de que «comenzará a desacelerarse más adelante en la primavera» y convergerá hacia el objetivo del 2% de manera sostenible. Por otro lado, Guindos ha explicado que el principal impacto de la potencial introducción de aranceles en respuesta a las políticas de Estados Unidos «será sobre el crecimiento», mientras que el efecto sobre la inflación es más difícil de calcular. De este modo, ha advertido de que si el mundo emprende el camino hacia una guerra comercial, esto tendrá un impacto «extremadamente negativo» en las perspectivas de crecimiento de la economía global. «Los aumentos de aranceles son un shock de oferta negativo, especialmente si van acompañados de represalias», ha avisado el español, subrayando que «este círculo vicioso debe evitarse».