La cifra,1.960 millones de euros en inversiones para Cataluña, que Junts ha puesto como condición para avanzar hacia la aprobación de las Cuentas. En concreto, la formación exige igualar el nivel de ejecución de las inversiones que el Estado aplica sobre la Comunidad de Madrid, con las de Cataluña.
Según los independentistas, los últimos presupuestos aprobados desplegaron 373 euros por habitante en la región que preside Isabel Díaz Ayuso, más de 2.600 millones de euros. La cifra está muy alejada de los 130 euros por habitante –o 1.048 millones- que las Cuentas vigentes destinan a Cataluña. Igualar el volumen de inversiones, teniendo en cuenta que Madrid cuenta con cerca de un millón menos de habitantes, supondría un extra presupuestario de casi 2.000 millones.
No obstante, las cifras aportadas por el Gobierno apuntan en otra dirección. Según los datos de la Intervención General del Estado, Cataluña recibió 10.541 millones de euros procedentes de la ejecución presupuestaria acometida en 2023. Por contra, a la Comunidad de Madrid llegaron 7.709 millones de euros. Es decir, Cataluña obtuvo 2.832 millones más en inversiones y obligaciones reconocidas, que la región madrileña. Los datos, en poder de Junts, fueron enviados por el Ejecutivo dentro de un informe solicitado como pregunta por escrito a petición del diputado posconvergente Cruset, en septiembre del año pasado. «Añaden las transferencias que por ley tiene que hacer a los ayuntamientos y la Generalitat es trampa. Y esta trampa porque en Cataluña vivimos un millón más de personas y frente a los 170 ayuntamientos de Madrid nosotros tenemos 950», dijo Crusat, que acusa a Hacienda de «camuflar» la información. «El peso de la inversión liquidada por el Estado en Cataluña en 2023 fue de un 9,3% de la inversión total regionalizada. Este porcentaje queda muy por debajo del peso relativo del PIB (18,8%) y de la población (16,5%) de Cataluña en 2023», apuntan desde la Dirección General de Presupuestos de la Generalitat.
No obstante, el alza de la inversión real sobre Cataluña es reconocida por parte del propio gobierno catalán. Su departamento de Economía revela que el esfuerzo inversor del Estado sobre la autonomía alcanzó su máximo nivel en 2023, y que repuntó tres puntos más de lo que lo hizo en la Comunidad de Madrid, que creció un 5,2%. La diferencia podría ensancharse durante los próximos años, al sumarse todas las transferencias previstas para materializar el acuerdo alcanzado entre PSOE y ERC, y que permitieron la investidura de Sánchez. Una de las más relevantes es la que engloba el traspaso de Rodalies al Gobierno catalán. En el documento, los socialistas no solo se comprometen a transferir los recursos necesarios para completar la promesa, sino que -además- se establece un traspaso a la Generalitat con la intención de «sufragar la deuda existente con Renfe», cifrada en 132,7 millones de euros.
De todas formas, lo primero será aprobar el techo de gasto con la mirada encima de la Comisión Europea que recomienda no pasar del 2,4% de crecimiento una tasa que -según prevé la AIReF- se superará con creces. El organismo pronostica que podría desviarse por encima del 4,3%,