Bajo este telón, la industria hotelera española siguió atrayendo oportunidades de negocio en el último año hasta superar los 3.000 millones de euros en inversiones de compraventa de hoteles, reposicionamiento y proyectos en desarrollo. Los datos, recabados por la consultora especializada Christie & Co, posicionan a España a la vanguardia de los principales mercados hoteleros de Europa.
3.300 millones de inversión, que se ha repartido a partes iguales entre destinos urbanos y vacacionales y se ha beneficiado de un creciente apetito extranjero -40% del total invertido-. Esta es la fotografía que nos ha dejado un 2024 que, si bien no ha alcanzado los 4.052 millones invertidos un año atrás, ha puesto en relieve el liderazgo del sector hotelero español en Europa.
«Observamos un cambio tanto en el ciclo como en el perfil del inversor, que posiciona a España como uno de los principales mercados hoteleros del continente», señalan desde la consultora autora del informe. Por mercados, la plaza hotelera de Barcelona destacó como el destino urbano más dinámico con un volumen total de inversión de 572 millones de euros distribuidos en una veintena de operaciones, mientras que Madrid lideró el mercado en términos de volumen de inversión, alcanzando un total de 589 millones de euros. Papel destacado han jugado aquellos destinos urbanos que el enfoque califica de «secundarios», donde el volumen de inversión ha batido la marca de los 200 millones. En lo que refiere a destinos vacacionales, el grueso de la inversión se ha vuelto a concentrar en las islas, con especial movimiento en Baleares (679 millones) y desaceleración en Canarias (598 millones) ante la ausencia de grandes carteras y transacciones.
Con esta carta de presentación, el sector ha dado la bienvenida a un 2025 que despierta grandes expectativas. «El buen desempeño de los hoteles tanto en destinos vacacionales como urbanos ayudará a mantener la posición de España por encima de los 3.000 millones de euros», augura Martín como director asociado de inversión de la consultora. Para el experto, estos niveles de inversión se repetirán en 2025 ante un volumen similar de transacciones hoteleras y una valoración de activos que sigue ‘in crescendo’ «gracias a la estabilidad del sector».
«El enfoque en destinos urbanos estará caracterizado por un número limitado de oportunidades en destinos primarios»
Pero, para Martín, una de las tendencias que veremos en los próximos meses será el foco de los inversores más allá de los destinos primarios que concentran las mayores plazas. «El enfoque en destinos urbanos estará caracterizado por un número limitado de oportunidades en destinos primarios como Barcelona, Madrid y Málaga, tanto en activos existentes como en oportunidades de reconversión hotelera. En consecuencia, el enfoque de la inversión urbana se consolidará también en destinos secundarios, que ofrecerán principalmente activos para reposicionamiento con retornos de inversión altamente atractivos».
Entre las tendencias desde la consultora prevén que se mantendrá la apuesta por la compraventa de activos premium, que han captado los grandes intereses de los inversores. Esto se debe a la reestructuración de la oferta que han experimentado los establecimientos españoles en la reactivación de su actividad tras la pandemia. Sólo en el último año, los hoteles de cuatro y cinco estrellas agruparon siete de cada diez habitaciones transaccionadas, en contraste con el detrimento de las operaciones en hoteles de dos y tres estrellas.
Por naturaleza de las operaciones, los activos individuales representaron el 75% de las inversiones, cerca del doble que en el ejercicio anterior gracias a la mayor actividad de compañías hoteleras, ‘family offices’ e inversores privados. Las transacciones de carteras, por ende, fueron más limitadas y cedieron terreno pasando a ocupar un 26% de las inversiones frente al casi 70% que se adueñaron en 2023. No obstante, desde la consultora anticipan que el mercado se reactivará en los próximos meses».
La operación más importante del año se cerró en noviembre, después de que el grupo de inversión inmobiliaria Stoneweg y a la cadena hotelera canaria Lopesan comprasen al inversor británico-iraquí el hotel Miguel Ángel de Madrid, con cinco estrellas y 241 habitaciones, a un precio superior a los 200 millones de euros que valora la habitación a un precio medio de 870.000 euros. A un valor similar también se tasó la compra del hotel Six Senses de Ibiza, con 116 habitaciones, que Grupo Beach Box dejó en manos de la italiana Grupo Statuto el pasado junio. Meses antes, en abril, la británica Travelodge adquiría la cartera hotelera del año tras comprar seis hoteles, con 773 habitaciones, que Louvre Hotels Group poseía en Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante y Murcia.