La empresa pública adscrita al Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible y con un papel principal en el sector del ferrocarril en España, cuenta con un Plan Estratégico a 2030 alineado con los grandes desafíos ambientales, sociales, operativos y de negocio a los que debe hacer frente. Con esta operación, cuyas condiciones económicas están vinculadas a un indicador medioambiental, BBVA y Adif consiguen reforzar su estrategia en sostenibilidad. Esta operación, firmada el pasado mes de diciembre, es una financiación vinculada a indicadores ESG cuyo tipo de interés se encuentra ligado a la evolución de un único indicador relevante en la actividad de Adif y que se define como ahorro de emisiones de CO2 producido por la existencia de las líneas de alta velocidad ferroviaria. Además, se marca un objetivo de reducción del mismo, de tal manera que si no se alcanza, se penalizará el tipo de interés. Para ello, el consultor de sostenibilidad independiente Aenor emitirá un informe anual analizando el desempeño de Adif en cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno.
Con esta financiación, Adif busca reducir el impacto ambiental de su actividad, ya que se compromete a la consecución de un ahorro de CO2 en un plazo determinado. Su propósito es ser un referente en la gestión de infraestructuras resilientes, sostenibles, seguras e inteligentes que contribuyan al nuevo modelo de transición ecológica.