«El camino hacia la paz es la fuerza. La debilidad genera más guerra. Apoyaremos a Ucrania mientras emprendemos un aumento en la defensa europea», escribió Von der Leyen en un mensaje en la red social X.
La presidenta de la Comisión, que llegará a Londres desde la India, país con el que Bruselas ha tratado de ahondar lazos en el nuevo orden mundial que promulga el presidente estadounidense, Donald Trump, mostró el «continuo apoyo de Europa a Ucrania que puede conducir una paz justa y duradera».
Von der Leyen tiene previsto presentar a principios de esta semana nuevas fórmulas de financiación para aumentar el gasto en defensa, justo antes de que los líderes europeos se reúnan en Bruselas en una cumbre extraordinaria para discutir la forma de recuperar un puesto en la mesa de negociaciones sobre Ucrania, del que les han excluido Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin.
A la espera de la carta de Von der Leyen, que podría presentar el martes, según una fuente europea de la que se hace eco la agencia Efe, la alemana ha apuntado ya a una mayor flexibilidad en las normas del control del déficit para que los países de la UE puedan aumentar el gasto en defensa. Los Veintisiete también están estudiando una mayor flexibilidad en el uso de los fondos estructurales, o la adaptación del mandato del Banco Europeo de Inversiones a fin de facilitar sus préstamos a la industria de la defensa.
Tras la reunión de hoy en Londres, en la que participarán una quincena de países, sin que estén todos los de la UE presentes, los Veintisiete tratarán de consensuar el jueves el apoyo a Ucrania y una mayor contribución a la defensa europea, después del encontronazo entre Trump y su homólogo ucraniano, Zelenski.
«Los objetivos están claros: reforzar la defensa europea y crear las condiciones para una paz duradera en Ucrania», dijo el presidente del Consejo Europeo, Costa, que también acudió a Londres. No obstante, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, mostró ayer sus reticencias a «la estrategia poco realista de ‘la paz mediante la fuerza’, y condicionó además su visto bueno a que la UE garantice a su país el flujo de gas procedente desde Ucrania.
También la Hungría del primer ministro Orbán, según fuentes europeas, ha mostrado sus reticencias al borrador de conclusiones de la cumbre del jueves que se negocia estos días en Bruselas.