«Teniendo en cuenta que Rusia está machacando a Ucrania en el campo de batalla en este momento, estoy considerando seriamente la posibilidad de aplicar sanciones bancarias, sanciones y aranceles a gran escala a Rusia hasta que se alcance un alto el fuego y un acuerdo definitivo de paz. Rusia y Ucrania deben sentarse a la mesa de negociaciones ahora mismo, antes de que sea demasiado tarde. ¡¡¡Gracias!!!» ha afirmado el mandatario en su red social, Truth Social.
Es un giro radical en la política del presidente estadounidense, que hasta ahora se había caracterizado por su cercanía con Rusia, evitando llamar «dictador» a Putin, y su mano fuerte con Ucrania, reflejada de la mejor manera en el encontronazo que mantuvo junto a Zelenski en la Casa Blanca hace ahora una semana. Desde entonces, y tras la no firma del acuerdo de minerales, Estados Unidos decidió suspender la ayuda militar y de Inteligencia a Kiev, dejando a Ucrania a merced de Rusia, sin posibilidades de resistir mucho tiempo.
Esto tuvo, a su vez, su efecto en Zelenski, que por primera vez se abrió a una «tregua parcial» con Rusia, considerando la liberación de prisioneros y un alto el fuego en el mar y el aire como las primeras líneas de un plan que pusiese fin a los, ya ahora, más de tres años de invasión.