Los casos Ábalos, Errejón y Monedero, hacen que muchas personas hayan decidido no apoyar este año las marchas en favor del feminismo. Y estos descensos de asistentes no se ha podido esconder a golpe de cifra. La Delegación del Gobierno calcula que han acudido 25.000 asistentes –5.000 menos que el año pasado, cuando fueron 30.000–, mientras que los organizadores creen que han contado con el apoyo de 80.000 personas. En este caso sí que supone un bajón con respecto a 2024, cuando Comisión 8M cifró en –nada menos– que medio millón los asistentes.
Según la entidad organizadora, por tanto, este año han acudido a la manifestación apoyada por PSOE, Sumar y Podemos 420.000 personas menos que hace justo un año. Una escenificación de que el movimiento feminista tal y como lo entiende la izquierda está de capa caída.
La marcha ha contado con cinco ministros socialistas: Redondo; Aagesen; Morant; Rodríguez; y López.
También se han sumado la vicepresidenta Díaz y la ministra García, –ambas de Sumar–, así como la eurodiputada Montero y la líder Belarra.
Para el PP, la marcha matutina «no es feminista» y por eso acudirán a la organizada por la tarde por el Movimiento Feminista de Madrid. «Vamos a ir porque entendemos que esa es la verdadera manifestación de las mujeres feministas, las que han estado luchando por conseguir la igualdad de hombres y mujeres a lo largo de todas estas décadas», ha detallado Ana Alós, vicesecretaria de Igualdad del PP.