En comparativa interanual, el repunte supera el 17,5% con respecto a los 5.145 millones contabilizados durante el primer mes de 2024, cuando la demanda de crédito marcó un punto de inflexión.
El comportamiento registrado en el arranque de este ejercicio consolida la tendencia iniciada el año pasado que apuntaba a la reactivación después de que la subida de los tipos de interés provocará un freno en la financiación. Cabe recordar que ya en diciembre la nueva producción se colocó en máximos desde 2010 con 6.877 millones e impulsó a la banca a cosechar sus mejores doce meses en hipotecas de los últimos catorce años tras rozar los 68.000 millones, un 20% más. Si bien la barrera de los 6.000 millones se ha rebasado en varias ocasiones, no había tenido lugar en un mes de enero desde la última crisis financiera.
Los expertos vaticinan unas perspectivas positivas y ven en esta cifra la antesala del que puede ser otro año de crecimiento a doble dígito. Las favorables condiciones económicas para España, que cuenta con los vientos de cola del mercado laboral y una gran capacidad de endeudamiento por parte de las familias, así como la creación de nuevos hogares impulsada por la inmigración, configuran el caldo de cultivo perfecto de cara a animar el volumen de operaciones en los próximos meses. El encarecimiento del precio de la vivienda, que acaricia máximos históricos, no achanta a los hogares españoles, que se ven atraídos por las mejores condiciones.
La guerra comercial desatada por las entidades ha jugado un papel clave, dado que ha presionado los costes a la baja. Las hipotecas contratadas en las primeras semanas de 2025 se han cerrado a un tipo medio del 2,88%. Para encontrar una cota similar hay que remontarse a noviembre de 2022, cuando se sitúo en el 2,7%. Por aquel entonces, el Banco Central Europeo (BCE) apenas acababa de dar comienzo al ciclo alcista de los tipos de interés, situando esta tasa en el 2,5%, mientras que este enero ha oscilado sobre el umbral del 3%, dado que el recorte de 25 puntos acometido por el citado organismo llegó en el penúltimo día hábil (30 de enero).
Después de la bajada de 25 puntos llevada a cabo este jueves, que coloca la tasa de referencia del dinero en el 2,5%, la incertidumbre se ha apoderado del mercado. El panorama de cara a la siguiente reunión, prevista para abril, es más incierto con la pausa como escenario central. La previsión va en línea con las expectativas de las casas de análisis que sitúan el suelo de los tipos en una horquilla de entre el 2-2,5%. Muchas de las entidades han trazado sus perspectivas de cara a los próximos meses sobre este rango.
De todas formas, hay que tener en cuenta que el saldo hipotecario vivo aún no ha vuelto a recuperar la barrera de los 500.000 millones que perdió en julio de 2023, si bien ha recuperado algo de terreno en los últimos meses desde los 494.000 millones a los que ha llegado a caer. Las menores amortizaciones hipotecarias y la recuperación del apetito por el crédito han impulsado ligeramente este indicador por encima de los 498.450 millones, que aunque mejora ligeramente desde los 496.696 millones de hace un año, no impide que siga atascado en los mínimos de 2006.