La Reserva Federal de Estados Unidos optó ayer por suavizar el ritmo de subida de los tipos de interés pero sin dejar de endurecer la política monetaria para devolver la inflación al objetivo del 2%. Once meses después de acabar con los tipos cero, la Fed prosigue el camino que inició en diciembre y optó ayer por rebajar la intensidad y subir los tipos en 25 puntos básicos, como preveía al mercado.
Aunque el banco central sigue firme en su objetivo, la moderación que han experimentado los precios en los últimos meses justifica una subida más suave de los tipos. El Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) acordó subir las tasas hasta situar la horquilla en el 4,75% y 4,5%, máximos de octubre de 2007. Esta alza contrasta con los cuatro incrementos consecutivos de 75 puntos básicos efectuados en 2022.
En el último año, la institución ha elevado el precio del dinero en 450 puntos básicos, el ajuste más agresivo desde 1980. La decisión de ayer contó con el visto bueno de todos los miembros del FOMC pese a no convencer a la clase política estadounidense. Minutos después de conocerse el veredicto, la senadora demócrata Elizabet Warren instó al presidente de la Fed, Jerome Powell, a detener los aumentos. “Queremos reducir la inflación, pero eso significa aterrizar el avión, no estrellarlo”, señaló.
La Fed reconoció que la inflación se ha moderado un poco, pero remarca que sigue siendo muy elevada. De ahí que insista en que serán apropiados aumentos en los próximos meses para conseguir una política monetaria lo suficientemente restrictiva. Es decir, considera que aún es pronto para poner fin al alza de los tipos.
En la reunión de diciembre 17 de los 19 miembros del FOMC pronosticaron que las tasas aumentarán hasta el 5% o más este año. A la hora de acometer nuevos ajustes, la Fed tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado en los últimos 12 meses, el retraso con el que la política monetaria afecta a la actividad económica y a la inflación y la evolución económica y financiera.
En paralelo a la subida de las tasas, la institución que preside Powell seguirá reduciendo las tenencias de deuda soberana y valores respaldados por hipotecas a razón de 95.000 millones de dólares al mes (87.186 millones de euros). Todo ello tiene como objetivo devolver la inflación al 2%.
Powell reiteró que pese a las fuertes subidas de tipos realizadas a lo largo del pasado ejercicio, la postura de la Fed no es lo suficientemente restrictiva. “El mercado laboral sigue estando muy fuerte”, subrayó. Una buena muestra de ello es la encuesta de empleo privado que se publicó ayer, que arroja la creación de 106.000 puestos en enero, por debajo de los 180.000 esperados. En un momento en el que aumentan las voces que apuntan a la imposibilidad de lograr un aterrizaje suave, el presidente de la Fed reconoció que reducir la inflación “probablemente necesitará un crecimiento por debajo de la tendencia”.
Aunque la subida no fue una sorpresa, la moderación del tono sirvió para apuntalar las ganancias de Wall Street. Al cierre de la sesión, el Nasdaq, el índice más afectado por el alza de tipos, se ha anotado un 2% y el S&P 500 ha subido un 1,05%.