Así consta en una providencia, donde el titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid acuerda también para ese mismo día la declaración como testigo de Raúl Díaz Silva.
El 16 de abril Bolaños declaró ante el juez Peinado que no participó en el nombramiento de la asesora de Begoña Gómez ni fue su superior, pero subrayó que dicha contratación se hizo conforme a la ley. El miembro del Ejecutivo explicó que el puesto de Álvarez era un cargo eventual, para los que la normativa permite el nombramiento y cese libre, y que él no tenía por qué saber que se contrataba a esta asesora, porque las competencias para tramitar esos contratos las tenía el vicesecretario general de Presidencia.
Por su parte, el pasado febrero, González explicó en su declaración como testigo que no conocía a Álvarez ni a la gran mayoría de las personas cuyos nombramientos tramitó y que no recordaba si vio o no el currículum de la ahora asesora. «Yo me limitaba a remitir al órgano competente para el nombramiento las propuestas de personal eventual que, como el Estatuto Básico del Empleado Público estable, al tratarse de personal eventual el nombramiento y el cese es libre», apuntó.
En el marco de aquel interrogatorio, el juez le preguntó a quién reportaba en esa época y si llegó a hablar con alguien sobre la propuesta de nombramiento de la ahora asesora de Begoña Gómez. El testigo dijo que no recordaba haber comentado el asunto con ningún superior e insistió en que tramitó «muchos» nombramientos porque «era un periodo de cambio de Gobierno, que es cuando se sustituye todo el personal eventual».
El juez se mostró sorprendido: «Llama poderosamente la atención a quienes tenemos algún tipo de vinculación con la Administración Pública. Esto no es lo habitual, sino todo lo contrario, se exigen unos procesos bastante rígidos y bastante selectivos para nombrar a alguien que va a percibir cantidades con cargo a los presupuestos generales del Estado. Entonces, insisto, ¿usted hace esta propuesta sin conocer a nadie, con todos estos detalles?»
González contestó que sí era lo habitual al tratarse de «personal eventual». «Esos requisitos que usted me menciona, en el caso concreto de este tipo de personal, no operan», señaló.
No obstante, Peinado le repreguntó de quién dependía: «¿Quién era entonces la persona que desempeñaba este cargo?». El testigo aseguró que era «Félix Bolaños», a quien ubicó como su superior directo, con el que se reunía «todos los días» para despachar «multitud de asuntos» en la Moncloa.
La propia Álvarez declaró ante Peinado que se la nombró asesora en Moncloa para ayudar a la esposa del presidente del Gobierno tanto en temas oficiales como privados. Según relató, la propia Gómez, a quien conocía desde hacía tiempo, la contactó para que trabajase como su asesora y persona de «confianza».