Se eleva así su revalorización en lo que va de año al 30% y reforzando su condición de refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre. Y no parece haber un techo a la vista, ya que este martes ha roto el nivel psicológico de los 3.500 dólares.
Y es que la debilidad del dólar estadounidense también está favoreciendo el rally del oro. Solo en los últimos tres meses, el índice del dólar (DXY), un indicador que mide el valor del ‘billete verde’ frente a unja cesta de divisas, ha caído más de un 10% y ha marcado mínimos no vistos desde el primer trimestre de 2022. Ello ha provocado, por ejemplo, que el euro alcance un máximo de noviembre de 2021 frente al dólar. La caída del dólar beneficia tradicionalmente al oro, que cotiza en dólares, ya que se vuelve más barato para los inversores que utilizan otras divisas.
Otros factores destacables son la creciente y persistente demanda de oro por parte de los bancos centrales de todo el mundo, así como los flujos constantes hacia los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) respaldados por oro.
La realidad es que, a medida que la guerra comercial entre EEUU y China corre el riesgo de expandirse a otros países, los inversores globales están adoptando una postura cada vez más cautelosa. Precisamente en este escenario es donde el oro está brillando más que nunca antes.