«Se ha introducido la especificidad de Cataluña y los graves problemas de competencia que puede producir», dijo el dirigente. Por ello, Turull defendió que un voto en contra de Soler –tal y como se esperaba- apenas habría tenido efecto. A pesar de la aprobación por unanimidad del informe de la CNMC, el neoconvergente sostuvo que las modificaciones introducidas por el exdirector general de los Mossos d’Esquadra al texto servirán para dar «fundamento legal» a que el Gobierno pueda oponerse a la operación.
Trató de defender así a su representante en el regulador, nombrado a finales de 2024 y cuyo fichaje se interpretó como un argumento a favor del Banc Sabadell para evitar la opa. Su voto a favor sorprendió tanto a la propia entidad como a patronales e instituciones, pues se esperaba que los votos particulares contrarios sirvieran como base al Ejecutivo para tumbar la concentración.
Las palabras del dirigente no coinciden con las críticas expresadas desde otros sectores de la dirección de Junts. La realidad es que fuentes del partido se desmarcan de la posición de Soler y avisan: «Con Soler ya veremos que pasa, igual sale de ahí».
A pesar de confiar en el Gobierno, Turull también admitió que, si finalmente se produce la fusión, las condiciones para las pymes catalanas serán más beneficiosas que para el resto. El texto de Competencia dice que BBVA deberá mantener el crédito en aquellas pymes que tengan el 85% o más de su financiación entre los dos bancos en Cataluña y el archipiélago balear.
Turull pidió al Ejecutivo que tome «decisiones políticas» y no «se esconda en informes técnicos». «No le corresponde –a la CNMC- decir lo que es el interés general, nos corresponde a los políticos. Nosotros no nos refugiaremos en técnicos. Nosotros debemos mojarnos políticamente, y hay amparo legal para que esta OPA no se autorice. El informe lo permite», añadió.