La Agencia Tributaria ha publicado esta semana los informes de recaudación de enero y febrero, que aunque todavía no son representativos de la evolución de los ingresos fiscales a lo largo del año, sí apuntan un cambio de tendencia en algunos parámetros. Así, tras un 2022 en que la inflación disparó el gasto en consumo (la recaudación por IVA creció un 17,3%), la menor presión sobre los precios ha derivado en una «moderación del gasto» que se aprecia en los ingresos de IVA, que crecen un 1,7% en los dos primeros meses del año (donde se reflejan las liquidaciones de finales de 2022).
De la misma manera, los datos de retenciones de IRPF, aunque limitados -se corresponden a la liquidación de enero y exclusivamente de grandes empresas-, apuntan a una aceleración de los salarios: en los dos primeros meses del año se ingresó un 10,8 % más por retenciones en el sector privado y las grandes empresas reportaron un aumento salarial en enero del 5,3%.
En términos globales, la recaudación por IRPF aumentó un 11,8% en los dos primeros meses del año, incluso aunque todavía no se había empezado a implementar la ampliación de la reducción para rentas bajas incluida en los Presupuestos, que tendrá efecto en marzo.
Además de la evolución, el consumo y las retenciones de IRPF, el tercer aspecto clave que marcó la evolución de la recaudación en los dos primeros meses del año -43.048 millones de euros, un 1,6% más- fueron las devoluciones extraordinarias ligadas a activos fiscales diferidos (DTA). La Agencia Tributaria también ha publicado el informe de recaudación de diciembre de 2022, un año en que se ingresaron 255.463 millones de euros, un 14,4% más, gracias al aumento del gasto en consumo, la subida de salarios y pensiones y la buena marcha de los beneficios empresariales.
Junto a los datos de recaudación general, el informe recoge el impacto de algunas de las medidas de política fiscal adoptadas en los últimos años, entre ellas la subida del IRPF para rentas altas, que permitió recaudar 339 millones en 2022, con lo que casi alcanzó el objetivo que había marcado el Gobierno (346 millones).
La limitación de las aportaciones deducibles a planes de pensiones permitió ingresar 352 millones adicionales, lejos de los 580 millones presupuestados, mientras que la limitación de la deducción de la exención de los dividendos y plusvalías de filiales recaudó 333 millones; la subida del tipo de IVA para bebidas azucaradas y edulcoradas, 75 millones, y la subida del impuesto sobre las primas de seguros, 46 millones.
Por el contrario, las medidas tributarias adoptadas para paliar la inflación energética restaron 6.636 millones de euros de recaudación en el ejercicio 2022, sobre todo por el impacto de las políticas relacionadas con la electricidad. La supresión del impuesto sobre el valor de la producción eléctrica tuvo un coste de 3.399 millones; la rebaja del impuesto especial de la electricidad, 1.705 millones; la rebaja del IVA eléctrico, 1.313 millones, y la rebaja del IVA del gas natural, la madera y los pellets, 219 millones.