El representante de Junts le dejaba muy claro al Gobierno cuales son sus parámetros: “como siempre hemos dicho, es así de sencillo. Si se quieren los votos de Junts solo hay que priorizar a Cataluña, negociar con rigurosidad y cumplir»,
Cumpliendo esos parámetros, es decir bajándose un a vez mas los pantalones y utilizando al ministro de Economía de ariete, Sánchez ha logrado sacar adelante el decreto de las ayudas contra los aranceles. Un decreto que moviliza ayudas por valor de 14.320 millones de euros, aunque la mayoría son créditos y avales. Y a costa de ahuyentar al PP. «Usted podía elegir entre negociar o el muro, y eligió el muro. No sé si por voluntad propia o por imposición, ahí no entro», afirmó durante el debate el vicesecretario de Economía del PP, Bravo, insinuando que no era precisamente Cuerpo quien tenía la última palabra, sino el presidente,
El ministro de Economía buscó un acuerdo con el PP en los inicios. Durante días, Cuerpo y Bravo intercambiaron llamadas y papeles. Había sintonía entre ambos, pero en un momento del camino Sánchez dio orden de meter a Junts en la ecuación. El ministro pactó con los independentistas una disposición adicional segunda en el decreto ley lo suficientemente ambigua como para que estos vendieran que Cataluña recibirá la cuarta parte de todas las ayudas. Y los populares dieron un paso atrás.
Aun así, ambos volvieron a reunirse el miércoles de la semana pasada, sin que el ministro aceptara ninguna de las propuestas del popular. Y menos aún la revisión del calendario de cierre de las centrales nucleares, que empieza en 2027. El ministro trasladó al interlocutor del PP que el mix energético era innegociable y el PP anunció la suspensión de las negociaciones, que se ha traducido en el voto en contra del PP.
«En 30 días ni una mala palabra, ni una acción concreta. Negociar no es un contrato de adhesión. Si usted no quiere aceptar nuestras propuestas, no somos nosotros los que rompemos las negociaciones, son ustedes los que no quieren que estemos en las negociaciones», sostuvo el diputado popular. A lo que el ministro replicó: «Es muy difícil explicar el por qué se vota en contra. Son medidas positivas (…). Las empresas estarán contentas de saber que hay grupos que las apoyan».
Menos diplomática fue la diputada del PSOE Blanquer. «No son patriotas, son saboteadores con bandera. Es inexplicable que no voten a favor», recriminó a los populares. «Desde el minuto cero han buscado excusas para no apoyar este decreto ley (…). Siempre sabotean y retrasan lo que es bueno para este país. Su lema es ‘dejad que el país se caiga, que ya lo levantaremos nosotros’», añadió. Y terminó su intervención con un: «Cuando España se la juega, nosotros -el PSOE- no fallamos».