Y es que el presidente de la Fed dejó claro que las subidas de aranceles de EEUU han sido considerablemente superiores a lo previsto y aumentarán la presión inflacionista, al tiempo que señaló que es probable que el desempleo siga ascendiendo teniendo en cuenta la presión sobre las empresas para reducir costes con el fin de mitigar la presión de los aranceles más elevados. Unos comentarios que los mercados interpretaron como más agresivos de lo esperado.
Dada la prioridad que la Fed ha dado a la inflación frente al empleo en los últimos cuatro años, es previsible que siga poniendo por delante el cumplimiento del objetivo de inflación frente a la reducción del desempleo. El riesgo es que, desde el inicio de la pandemia, el desempleo se ha situado en niveles iguales o inferiores a los actuales, mientras que la inflación ha estado muy por encima del objetivo del 2%. Con todo, la prioridad de la Fed podría cambiar en una situación en la que la inflación se aproxime al 4% y el desempleo se acerque al 6%.
El Banco de Inglaterra (BoE) recortó los tipos en 25 puntos básicos (pb) en medio de una votación dividida y por sorpresa en la que la declaración del organismo enfatizó que la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante el tiempo necesario hasta que se disipen aún más los riesgos para que la inflación vuelva de forma sostenible al objetivo del 2% a medio plazo. Los mercados esperan ahora una menor relajación monetaria en el futuro: solo una bajada adicional de 56 pb, lo que supone una reducción de 14 pb con respecto a la flexibilización prevista.
En relación con el anuncio de las líneas generales de un acuerdo comercial entre EEUU y Reino Unido, es probable que sea el primero de muchos. Pero también los acuerdos serán probablemente poco detallados y de naturaleza más conceptual, ya que las negociaciones comerciales suelen tardar años en completarse. De momento, el acuerdo al que han llegado EEUU y Reino Unido parece en gran medida simbólico, con reducciones arancelarias mínimas. A pesar de la reducción de los aranceles estadounidenses sobre los automóviles británicos y los posibles recortes arancelarios sobre el acero, los aranceles sobre las exportaciones británicas seguirán siendo considerablemente más elevados que en 2024.
China
Por otro lado, las exportaciones e importaciones de China fueron más fuertes de lo esperado en abril. Las primeras subieron un 8,1%, frente a la previsión consensuada de un aumento de sólo el 2%, y las segundas cayeron un 0,2%, frente a las previsiones de un descenso del 6%. Pero un análisis más pormenorizado índice que los envíos a EEUU se redujeron un 21% y las importaciones procedentes de EEUU fueron un 14%, lo que contrasta con el incremento de las ventas del 21% a India y los diez países de la ASEAN y del 8,2% de las que tienen como destino la Unión Europea aumentaron un 8,2 %.
Es probable que los datos de este mes aumenten los temores de que el comercio se transborde a través de terceros países para eludir los aranceles estadounidenses o se desborde hacia otros países debido a la falta de demanda estadounidense. Si bien es alentador que EEUU y China estén empezando a hablar sobre la reducción de las fricciones comerciales, es probable que el proceso lleve tiempo, ya que ninguna de las partes en las negociaciones tiene mucha confianza en la voluntad de la otra de cumplir los términos de un acuerdo comercial.
De los datos que se publicarán este semana, hay que poner el foco la inflación estadounidense, de la que cabe esperar que alcance un mínimo a corto plazo en abril antes de volver a acelerarse (podría verse un aumento de la presión inflacionaria de los bienes básicos, con los precios de los automóviles como principal factor de riesgo al alza); el crecimiento de las ventas minoristas en EEUU, que podría ralentizarse tras registrar cifras relativamente sólidas en el primer trimestre de 2025 en parte como reflejo de la aceleración de las compras por parte de los consumidores para evitar los aranceles; y el índice de confianza de la Universidad de Michigan, que se espera se estabilice en niveles bajos después de haber caído hasta 52,2 en abril desde 74 en diciembre de 2024, uno de los descensos más pronunciados en la historia de este indicador.
Finalmente, espera que el PIB de Japón se contraiga un 0,1% debido al importante lastre de las exportaciones netas, mientras que el del Reino Unido debería mostrar una fortaleza temporal (un aumento del 0,6 % intertrimestral y un 1,2 % interanual, según las estimaciones), debido en gran medida a factores puntuales, con un crecimiento subyacente que seguirá siendo débil