En contraste, el año anterior la compañía había registrado un beneficio operativo anual de 3.665 millones de euros. Pese a las pérdidas, Vodafone ha comunicado un aumento del 2% en los ingresos anuales, alcanzando los 37.448 millones de euros. No obstante, esta cifra quedó por debajo de las expectativas de los analistas, que preveían unos ingresos de 38.100 millones de euros.
Las acciones de Vodafone suben un 1,55% en la Bolsa de Londres tras publicar estas cuentas.
De cara a 2026, Vodafone ha advertido que su desempeño financiero podría verse afectado por «incertidumbres significativas» en el entorno macroeconómico actual, especialmente en lo relacionado con el comercio y los tipos de cambio. La compañía espera que su EBITDAaL ajustado (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación, amortización y tras gastos por arrendamientos) se sitúe en un rango de entre 11.000 y 13.000 millones de euros. En el ejercicio fiscal de 2025, esta métrica alcanzó los 11.000 millones de euros, en línea con sus previsiones.
«Desde que presenté mis planes para transformar Vodafone hace dos años, la compañía ha cambiado. Hemos redefinido nuestra presencia en Europa, estamos viendo el impacto positivo de nuestro enfoque en la satisfacción del cliente en todos nuestros mercados —especialmente en Reino Unido y Alemania—, y hemos logrado mejoras operativas significativas en todo el negocio. Evidentemente, aún queda mucho por hacer, pero este periodo de transición ha reposicionado a Vodafone para un crecimiento sostenido durante varios años», ha declarado Margherita Della Valle, CEO del grupo.
«De cara al futuro, esperamos un impulso generalizado tanto en Europa como en África, y que Alemania retome el crecimiento en ingresos este mismo año».