«La presidenta Lagarde siempre ha estado plenamente comprometida a cumplir su misión y está decidida a completar su mandato», ha indicado un portavoz del BCE.
Schwab, fundador y presidente del consejo del patronato del Foro Económico Mundial, anunció el pasado mes de abril su dimisión inmediata del cargo, después de haber abandonado anteriormente sus funciones ejecutivas, y la constitución de un Comité de Búsqueda para la selección del futuro presidente de la organización, fundada en 1971.
En declaraciones a ‘Financial Times’, Schwab revelaba que Lagarde había estado en el centro de un plan que ambos habían discutido durante «varios años» para que la francesa lo reemplazara al frente del WEF, entidad responsable de las reuniones anuales de la élite empresarial y política en la estación de esquí suiza de Davos.
En este sentido, apunta que la última conversación tuvo lugar a principios de abril, cuando visitó a Lagarde en Fráncfort «para hablar con ella sobre la transición de liderazgo, permaneciendo (Schwab) como presidente hasta que estuviera lista para asumir el cargo, a más tardar, a principios de 2027», añadiendo que se habían acordado cuestiones prácticas, incluyendo un apartamento en Suiza, para que Lagarde asumiera el liderazgo de la organización antes de que su mandato en el BCE finalice en 2027.
Dos personas familiarizadas con el asunto mencionaron un acuerdo mutuo sobre el cronograma entre ambas partes, que habría requerido que Lagarde dejara el cargo en el BCE al menos 10 meses antes de que finalice su mandato, añadiendo una de estas fuentes que la francesa habría aceptado asumir el cargo con la condición de que primero pudiera alinear la inflación al objetivo a medio plazo del 2% del BCE, aunque también agregaron que Lagarde expresó en varios momentos durante las conversaciones algunas reservas sobre su capacidad de dejar el BCE antes del final de su mandato.
En caso de abandonar anticipadamente su cargo, Lagarde, de 69 años, ex directora gerente del FMI y exministra de Finanzas de Francia, sería el segundo presidente del BCE, después de Wim Duisenberg, en dejar la institución con sede en Fráncfort de forma prematura. Según el rotativo británico, en caso de tomar las riendas del Foro Económico Mundial, la francesa podría esperar duplicar su salario anual, que el año pasado fue de 466.000 euros, en comparación con el millón de francos suizos (1,06 millones de euros) que ingresó Schwab