Los consumidores esperan que la inflación sea del 4,6% dentro de un año y del 2,4% dentro de tres años. Una caída de las expectativas que marca una continuación de la tendencia a la baja iniciada a finales de 2022. Y como las previsiones históricamente siguen de cerca la inflación actual, es probable que los precios continúen a la baja los próximos meses, explican los expertos de Oxford Economics.
No obstante, el panorama más benigno para la inflación general entre los consumidores se ve amenazado por la persistencia de una inflación subyacente. De hecho, las perspectivas de los consumidores sobre los precios podrían verse cada vez más dominadas por los altos precios de los alimentos y los servicios en los próximos meses. Además, hay que tener en cuenta que, pese a bajar, las expectativas siguen situando a la inflación por encima del objetivo del BCE, por lo que «los responsables de la formulación de políticas necesitarán ver más caídas como prueba de que las expectativas de inflación siguen bien ancladas», dicen los analistas. «No creemos que la caída sea suficiente para permitir que el BCE detenga su actual ciclo de ajuste. Con las expectativas aún por encima del objetivo del 2% del banco central, la facción más agresiva dentro del BCE buscará más caídas antes de considerar que su trabajo ha terminado», añaden.
Sin embargo, las expectativas sí que pueden bastar para que el organismo europeo encuentre una justificación para una relajación en el ritmo de ajuste y se decida por un aumento de los tipos de interés de 25 puntos básicos en la próxima reunión de mayo. «La tendencia a la baja en las expectativas de inflación llega en el momento adecuado para proporcionar munición adicional para justificar un cambio a la baja en el ritmo de ajuste».
En Oxford Economics consideran que el BCE se encuentra en una posición «particularmente desafiante», ya que debe encontrar «el equilibrio adecuado entre combatir la inflación y preservar la estabilidad financiera». Su escenario base anticipa que el banco central implementará aumentos de tipos de 25 puntos básicos hasta julio, «ya que creemos que la inflación subyacente comenzará a moderarse solo en el verano», afirman.