Es decir, la vuelta de los precios del crudo Brent a los niveles previos implica una situación de menor riesgo; y la respuesta de Irán a los ataques de Israel y EEUU sugiere que “este enfoque optimista podría ser adecuado”, dado que no dañó ninguna infraestructura energética del Golfo Pérsico. Sin embargo, parece adecuado aplicar cierta prima de riesgo en una región que está lejos de alcanzar una paz duradera, sostiene.
Respecto a los datos macroeconómicos más relevantes publicados la semana pasada, fue “alentador” observar que las cifras del PMI manufacturero repitieron o mejoraron en todos los países, excepto en Francia. Pero lo más destacable, fue el aumento de 4,8 puntos del índice de precios de producción manufacturera de EEUU, frente a los datos relativamente estables de otros mercados desarrollados. Esto podría ser un primer indicio del impacto de los aranceles en el coste de producción de los productos manufacturados en EEUU, así como de la mayor facilidad de las empresas manufactureras estadounidenses para subir los precios cuando las importaciones competidoras se encarecen debido a los aranceles.
De hecho, posiblemente hayamos visto el punto más bajo del ciclo de la inflación en EEUU tras conocerse que la inflación del deflactor del consumo personal PCE de EEUU subió más de lo esperado en mayo. Los mercados han interpretado los datos benignos de inflación hasta la fecha como un indicio de que los aranceles tendrán un impacto menor sobre la inflación, pero mi valoración es que se trata únicamente de una cuestión de timing.
En referencia al aumento de las especulaciones durante los últimos días sobre la posibilidad de que el presidente Trump nombrara a un sucesor para el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mucho antes de lo habitual, la designación del sustituto es un “riesgo significativo” para los mercados. No preveo una situación en la que la Fed pierda toda su credibilidad, pero cualquier desliz significativo podría acelerar la reasignación de capitales fuera del dólar y otros activos estadounidenses, en la medida en que los inversores pierdan la confianza en que las únicas prioridades de la Fed son cumplir su doble mandato de mantener la estabilidad de los precios y maximizar el empleo.
En EEUU, el foco estará puesto en la batería de datos sobre el mercado laboral. Seguiré atento a la tasa de contratación para detectar signos de mejora de la confianza de los empleadores que podrían manifestarse en un aumento de la plantilla. La tasa de contratación en los últimos meses se ha situado en niveles que no se veían desde 2013 y 2014, cuando el desempleo se situaba entre el 6% y el 7%. Hasta finales de año, espera ver un deterioro de las condiciones del mercado laboral, con recortes de plantilla por parte de las empresas para mitigar la presión de los costes derivada del aumento de los aranceles sobre los productos importados. Si los aranceles se mantienen cerca de los niveles actuales, es decir, en una media ponderada de alrededor del 15,6%, prevé que el desempleo siga aumentando hasta situarse entre el 4,5% y el 5%. Mientras que si se imponen aranceles sectoriales adicionales y subidas de aranceles específicas para determinados países que eleven la media ponderada hacia el 20%, el desempleo podría superar el 5%.
Por su parte, la inflación de la zona euro se mantendrá en el objetivo del 2% del BCE o incluso por debajo de él. En la medida en que los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones de la zona euro acaben siendo más elevados de lo que prevén actualmente los mercados podría producirse una presión a la baja adicional sobre la inflación debido a los efectos negativos sobre las exportaciones de la zona del euro y los niveles de actividad económica en general.
Los PMI de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS) de China, que reflejan mejor la actividad de las grandes empresas y las empresas estatales de China, han sorprendido superando mínimamente las expectativas en junio. Y es que las cifras de Caixin, que representan mejor la situación de las pequeñas y medianas empresas y las empresas privadas, mejoraran ligeramente en el sector manufacturero porque se han visto más afectadas por la guerra comercial. Aunque la recuperación no será duradera, dada la precaria situación de las relaciones comerciales entre EEUU y China. Por otro lado, es probable que el índice de precios al consumo (IPC) y el índice de precios al productor (IPP) de China sigan siendo indeseablemente débiles, con el primer dato situándose probablemente cerca del 0%, lo que supondría el 29º mes con una tasa interanual igual o inferior al 1,0 %, y el segundo manteniéndose en deflación por 33º mes consecutivo.
En Japón, las previsiones apuntan a que la encuesta trimestral Tankan muestre un debilitamiento de la actividad empresarial actual y de las perspectivas, con una mayor resistencia de las compañías no manufactureras. Si bien, las condiciones del mercado laboral se mantengan cerca de los niveles más restrictivos desde principios de la década de 1990, debido a los retos demográficos actuales y el ya elevado nivel de participación de la mujer en la población activa, lo que deja poco margen para aumentar la oferta interna de mano de obra para satisfacer la demanda.