En su declaración judicial ante el juez Peinado, uno de los directivos de la empresa tecnológica, Miguel Rodríguez Bueno, confirmó haber coincidido con Cristina Álvarez en cuestiones relativas al software bajo investigación
La asesora de Moncloa que fue contratada como asistente de Begoña Gómez, imputada por un presunto delito de malversación en la causa judicial que sigue el juez Juan Carlos Peinado contra la mujer del presidente del Gobierno, habría estado presente en entre 10 y 15 reuniones, del medio centenar de las que Google mantuvo con su jefa –entre los meses de marzo y octubre de 2022, cuando «se llevó a cabo la finalización de los trabajos»–, en relación al software desarrollado para la cátedra de Gómez en la Universidad Complutense de Madrid.
Así lo confirmó Rodríguez Bueno, uno de los directivos de la empresa tecnológica, en la declaración prestada ante el magistrado instructor, según se desprende de la transcripción de la misma . La persona con la que estuve hablando fue con Cristina Álvarez, sobre todo para los aspectos de los pagos a nuestros partners, (…) el tema de las facturas, etcétera
En respuesta al interrogatorio practicado, Rodríguez Bueno aseguró que él, participó «como jefe de proyecto (…) una vez ya se había cerrado la colaboración» el centro académico y que, en virtud de su responsabilidad técnica «únicamente» habló del asunto con cuatro interlocutores: «el vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad de la Cátedra de Transformación Social, Begoña Gómez, Blanca de Juan [coordinadora] y con Cristina Álvarez».
Con esta última, el experto tecnológico reconoce que «estuvimos hablando de las reuniones más de seguimiento del proyecto, donde también estaban involucradas Begoña Gómez y Blanca de Juan, y finalmente con la persona con la que estuve hablando con Cristina Álvarez, sobre todo para los aspectos de los pagos a nuestros partners, el tema de las facturas, etcétera». Hasta tal punto que el directivo de Google llegó a mantener, incluso, una llamada telefónica con la asesora de Gómez en Moncloa, para revisar la situación contable de las compañías subcontratadas para ejecutar un porcentaje de la construcción de la herramienta digital de la que, además, hay indicios de que la mujer de Pedro Sánchez pudo apropiarse de manera indebida.
«Cristina [Álvarez], sí (…) yo diría que participó sobre todo en la primera fase del proyecto, quizás en diez ó quince reuniones» de las que se mantuvieron para el arranque y el seguimiento, aseguró en sede judicial el director técnico asignado por Google al mismo.
Un escenario en el que la secretaria de Begoña Gómez se presenta, siempre de acuerdo con el testimonio de Rodríguez Bueno, como una interlocutora autorizada de la cátedra de la UCM, junto con su propia jefa. Una función que, a priori quedaría separada de las asignadas al papel de asistente para el que fue contratada y del que han dispuesto el resto de cónyuges de los presidentes del Gobierno, por lo que el juez sospecha que pudo incurrirse en una malversación de fondos públicos. Mientras Álvarez cobraba del erario, hay «indicios razonables sólidos y cualificados» de que, en realidad, desarrollaba su actividad dado soporte a Gómez en asuntos relacionados con su actividad profesional «estrictamente privada».
Cabe recordar que, por este motivo, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid solicitó, hace unos días, a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, la imputación del actual ministro de Justicia Félix Bolaños quien, en 2018, el momento de la incorporación de la asesora, era el jefe de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno y, en consecuencia, último responsable de su contratación.