Bank of America acaba de entrar en la base de accionistas de referencia con una inversión de cerca de 200 millones de euros, con la que controla alrededor del 3% de las acciones. Un movimiento que coincide con el plan acelerado para comprar Escribano Mechanical and Engineering (EM&E), la empresa familiar del presidente de Indra.
De hecho, el gigante de Wall Street afloró la participación la semana pasada, cuando la compañía celebró junta de accionistas. La cúpula trata de apaciguar las reticencias internas por el evidente conflicto de interés, aunque en el seno de Indra se da por hecha la absorción.
Bank of America controla el grueso de su paquete de acciones a través de swaps o permutas financieras, por lo que puede ir deshaciéndolo poco a poco con pequeñas ventas. De hecho, al cierre de mercado de ayer, comunicó a la CNMV que la posición se reducía ligeramente al 2,961% desde el 3% que sobrepasó el 25 de junio. Esta toma de posición, busca también aprovechar la ola del sector de defensa y el aumento del gasto militar hasta el 5% del PIB, como se comprometen la mayoría de los países de la OTAN. Sin ir más lejos, Europa movilizará más de 800.000 millones de euros para protegerse de la amenaza de Rusia tras perder el paraguas de Estados Unidos.