“Podemos estar muy contentos con los datos que ha evidenciado la Semana Santa. La ocupación ha estado muy alta en todas las zonas por la gran variedad de productos”, recalcó Marichal, presidente de Cehat. Entre ellos destacó los buenos datos de los campings o de la planta hotelera en Canarias, coincidiendo con el final de la temporada alta, en la que las ocupaciones han llegado al 95% de la oferta disponible. Marichal también resaltó el impacto positivo de las últimas nevadas, que han llevado también a las estaciones de esquí a superar el 90% de ocupación. No obstante, el presidente de la patronal hotelera también detalló algunas incertidumbres que mitigan la euforia, como el incremento de precios y la desaceleración económica. “Se ve un tope en el volumen de compra y como la inflación está afectando al poder adquisitivo y a la cuenta de resultados de los hoteles. Si bien están por encima en cuanto a la actividad comercial, todavía queda un buen trecho para volver a los resultados de 2019″, aseguró Marichal.
Entre los destinos más beneficiados se encuentra Andalucía, favorecida por el fuerte peso del turismo nacional y el buen tiempo. Arturo Bernal, consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, anticipó una ocupación media del 88% en Semana Santa, lo que, a falta de confirmación, la convierte en la mejor de la historia. Bernal también destacó el alza de la capacidad aérea ofertada, “con 280.000 asientos más que en el mismo período de 2019″.
Las grandes capitales como Granada, Córdoba, Sevilla o Málaga rozaron el 100% de ocupación. Buena prueba de ello es la venta de entradas a la Alhambra, el monumento más visitado de España. Durante la pasada Semana Santa se vendieron 79.447 entradas, un 99,86% de la capacidad disponible.
Esta recuperación en viajes también se ha dejado sentir en las agencias de viajes, el sector más afectado por la ausencia de movilidad y de conectividad aérea en la pandemia. “Las ventas de esta buenísima Semana Santa han rebasado las del prepandémico 2019″, aseguró Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes. “Ha sido una excelente temporada, pese a la inflación y una subida de los precios del 12% que teóricamente afectaría al consumo, algo que no ha ocurrido. En comparación con etapas de crisis económica pasadas en las que sí se vio afectado el consumo, esta vez se ha compensado con la ilusión y las ganas que teníamos los españoles en realizar las vacaciones. El turismo está totalmente recuperado. La crisis que supuso una pandemia de COVID que se alargó durante casi tres años es ya una cosa del pasado”.
Si la venta de viajes y la ocupación hotelera han regresado a niveles prepandemia, el gasto en bares y restaurantes se ha situado muy por encima de 2019. Los primeros datos que maneja Hostelería de España, que representa a 270.000 establecimientos, muestran que la facturación creció un 5% respecto a la Semana Santa de 2021, en la que el gasto ya estuvo por encima de los niveles prepandémicos. “Ha sido una muy buena Semana Santa en general y se espera que sea el anticipo de una muy buena campaña de verano”, remarcan desde la patronal, que ponen como única pega la menor rentabilidad como consecuencia del encarecimiento de la energía, bebidas y alimentos unidos a los incrementos salariales.