Según ha notificado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su resultado neto cayó a -28,4 millones de euros, 68,8 millones menos que los 40,4 millones de ganancias netas registradas un año atrás. La firma española ha señalado en un comunicado que estos resultados «recogen el impacto que las restricciones al comercio internacional y las políticas arancelarias han causado en un mercado plagado de incertidumbres y con una demanda internacional estancada por un entorno regulatorio inestable y cambiante». «Se trata, sin duda, de una de esas fases de ralentización característica de un sector tremendamente cíclico como es el de tubos sin soldadura», ha agregado la cotizada.
Pese a ello, los ingresos han aumentado un 19,1% en el período, hasta los 205,8 millones de euros, gracias al aumento de la cartera de pedidos. Según la compañía, este crecimiento de la cifra de negocio se produjo «a pesar de contar con un tipo de cambio menos favorable y dentro de un entorno de elevada presión» por el lado de los precios. No obstante, la compañía ha indicado que las medidas arancelarias impulsadas por Estados Unidos, especialmente las tarifas del 50% al acero y al aluminio, «han provocado una paralización en la toma de decisiones de compra y de inversión por parte de los distribuidores y operadores». Esto se tradujo en que el volumen de la cartera de pedidos descendió un 26% respecto al valor a finales del año 2024.
El efecto total de los aranceles en el EBITDA del grupo en los primeros seis meses del año (-0,7 millones) se estima en unos 15 millones de euros, derivado del coste asumido por las tarifas, las cancelaciones de clientes y la caída de pedidos. Para hacer frente a la incertidumbre existente, Tubos Reunidos ha adoptado varias medidas, entre las que destaca el impulso comercial en mercados complementarios «que permitan atenuar el impacto del arancel en las ventas a EEUU», así como políticas de contención de costes y la adopción de medidas operativas. Durante el primer semestre de 2025 se ha aplicado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causas productivas en la planta de TRPT en Iruña de Oca, con un nivel de incidencia máximo del 50%.
La deuda neta se sitúa en 243,7 millones de euros al cierre del semestre, lo que representa un ligero incremento respecto de los 234,3 millones registrados a 31 de diciembre de 2024.