Estas se reparten mayoritariamente en derechos de voto a través de instrumentos financieros (2,934%), mientras que únicamente el 0,417% corresponden a derechos de voto atribuidos a las acciones, y el paquete tiene a día de hoy un valor de casi 116 millones de euros. De esta forma, el banco británico pasa a ser uno de los mayores accionistas de la gasista, por detrás de BlackRock (5,9%) la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y Amancio Ortega (5%) y Bank of America (3,61%).
Pese a que el anuncio fue comunicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este miércoles, la fecha en la que el banco alcanzó el umbral de Enagás se produjo el pasado 1 de agosto.
Exceptuando otro movimiento de BlackRock el pasado mes de julio, el accionariado de la compañía que dirige Arturo Gonzalo no registraba cambios significativos desde el año 2020, cuando el empresario español se situó en el 5% del capital. El pasado julio, el fondo de inversión norteamericano aumentó en casi un punto porcentual su participación en la gasista, pasando del 5,006% al 5,979%, consolidándose como el mayor accionista de la compañía. De sus casi seis puntos porcentuales, el grueso corresponden a derechos de voto atribuidos a las acciones (4,011%), mientras que el resto (1,968%) a derechos de voto a través de instrumentos financieros.
A finales de ese mismo mes, Enagás comunicó un beneficio semestral después de impuestos de 176 millones de euros, impulsado por impactos extraordinarios por valor de 46,3 millones. Estos procedieron principalmente por la resolución favorable del laudo de GSP en Perú y la venta de su participación en una estación de compresión en México. Así, su beneficio neto recurrente fue de 129,8 millones, en línea con el objetivo anual de 265 millones.
Estas previsiones también marcan un ebitda para 2025 de 670 millones, una deuda neta de 2.400 millones y un dividendo de un euro por acción. Tanto Standard & Poor’s como Fitch han ratificado su rating BBB+ con perspectiva estable.