La apuesta en España por el uso de tarjetas se confirma también en los pagos presenciales donde el 92% de la población bancarizada utiliza tarjetas de débito y el 75% tarjetas de crédito. Cabe destacar que el 48% de la población declara haber tenido dificultades para usar su medio de pago preferido, un porcentaje que aunque alto, es una de las tasas más bajas del estudio.
Si bien el uso de pagos digitales continúa creciendo, persisten obstáculos estructurales que impiden una experiencia verdaderamente universal, segura e interoperable para millones de personas.
«Cuando pese a los avances, aún persiste un tercio de la población que en algún momento no ha podido realizar sus transacciones de pago como querría, el problema no es de tecnología. Es de diseño. Creemos que la verdadera innovación en pagos no consiste en ofrecer más opciones, sino en ofrecer una experiencia que simplemente funcione, sin pensar, sin adaptarse, sin frenar», afirma Rey, director ejecutivo de Nuek. Según el estudio, el consumidor español evoluciona hacia pagos más rápidos, seguros y digitales. Y con ese objetivo, el 60% de la población bancarizada en Europa, incluida España, ya muestra una predisposición favorable a utilizar una identidad digital única para pagar, identificarse y realizar operaciones financieras. Este cambio de paradigma anticipa una convergencia entre los mundos de la identidad, la autenticación y la transacción.