Confía en atraer a aerolíneas extracomunitarias, pero asegura que no se lo pondrá fácil a IAG, Lufthansa y Air France-KLM, los tres grupos europeos que llevan años analizando el encaje de TAP en sus estructuras.
Concretamente, el Gobierno busca inversores para el 44,9% del capital distribuyendo el 5% restante entre empleados. Además, Portugal exigirá como requisito básico que TAP se mantenga en Lisboa.