El repunte estuvo liderado por Estados Unidos, que logró revertir la caída del inicio de año, y por España, que se consolidó como una de las economías más dinámicas del bloque con un avance del 0,7%. Así lo muestran los datos publicados este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Esto supone un retorno a las tasas de crecimiento relativamente estables, de entre el 0,4% y el 0,5%, observadas en los trimestres previos. Se registró un aumento similar en las economías del G7, donde el crecimiento del PIB pasó del 0,1% al 0,4%, aunque con variaciones «sustanciales» entre países.
Estados Unidos registró un alza del PIB del 0,7% entre abril y junio, tras haber retrocedido un 0,1% en el primer trimestre. Este rebote se explica, en gran medida, por la fuerte caída del 10,3% en las importaciones de bienes, después de que entre enero y marzo se dispararan un 11% como medida preventiva ante los posibles aranceles planteados por Donald Trump.La OCDE precisa que ese efecto expansionista se vio reducido en parte por la liquidación en el segundo trimestre de existencias acumuladas durante el primero.
Eso ocurrió, por ejemplo entre los que forman parte del G7 con Francia y Japón, cuyo PIB progresó un 0,3%, frente a un tímido 0,1% en el trimestre anterior.
España, con un 0,7%, una décima más que en el primer trimestre, se significó por ser, junto a Estados Unidos, una de las grandes economías de la OCDE con la mayor tasa de crecimiento. Sólo hubo cifras superiores en Polonia y Noruega, ambos con progresiones del 0,8%. Por el contrario, el PIB se detuvo en Canadá después de haberse expandido un 0,5% en el primer trimestre, mientras que en el Reino Unido el crecimiento del PIB se ralentizó del 0,7% al 0,3%, debido, en gran medida, a una contracción del 1,1% en las inversiones del segundo trimestre que contrastaron con el avance previo del 2%.
El crecimiento se volvió negativo en Alemania e Italia, cayendo del 0,3% en el primer trimestre en ambas naciones al -0,3% y -0,1%, respectivamente, en el segundo tramo del año. La contracción del PIB alemán en el segundo trimestre se debió, principalmente, a una bajada de las exportaciones de bienes (-0,6% frente a un 3%).
Irlanda registró la desaceleración más acusada, con un retroceso del PIB del 1% en el segundo trimestre, al tiempo que Dinamarca experimentó un cambio de tendencia al pasar del -1,3% al 1,3%.
En términos interanuales, el crecimiento de la OCDE se mantuvo sin cambios en el segundo trimestre en comparación con el primero, concretamente, en el 1,7%. Estados Unidos registró el mayor aumento anual, del 2%, también sin cambios respecto al primer trimestre; Alemania registró el más bajo (0,2%). De su lado, España creció por encima del resto de países tanto en el segundo trimestre, cuando el PIB subió un 0,7%, como en comparativa anual, cuando lo hizo en un 2,8%.